Los bosques y los terrenos forestales ocupan algo más del 55% del territorio de España y en la Comunidad de Madrid, nueve espacios protegidos ocupan el 15% de su superficie. Singulares por su riqueza biológica, por su interés científico o por su belleza preservarlos resulta un deber y una obligación.

Por ello Fundación Montemadrid se ha puesto manos a la obra y pone en marcha ReforestaAcción un proyecto con el que se busca recuperar el verde y frenar el avance de la deforestación ante las incertidumbres del cambio climático.

Así, advierten de que la pérdida de árboles en espacios como la Sierra de Hoyo de Manzanares, de Guadarrama o el Valle Alto del Lozoya supone una Comunidad de Madrid más árida, pobre y contaminada: a menos árboles menos capacidad para absorber el carbono que se libera en la atmosfera, y con él, un empeoramiento en la vida de las personas, el medio ambiente y la biodiversidad.

Para ello, presentan un informe en el que se han identificado las mejores áreas de la Comunidad de Madrid para futuras actuaciones forestales teniendo en cuenta aspectos sociales y ambientales.

El estudio considera prioritarios los servicios relativos a la erosión y fertilidad del suelo. Seguido muy de cerca de los servicios de abastecimiento de agua dulce y los hábitats para especies.

En cuanto a los tipos de actuaciones a desarrollar, la más relevantes son las reforestaciones en zonas con graves problemas de erosión. También se identifica como prioridad el agua con la consiguiente restauración de riberas y bordes de humedales como la tipología más necesaria, seguida de los tratamientos de regeneración.

Focos calientes

Para llevar a cabo las reforestaciones se han identificado zonas concretas de actuación, como las áreas de ribera del Tajuña medio y bajo, los márgenes de los cursos bajos de los ríos Jarama, Tajuña, Manzanares y del río Tajo, el pie de monte de la Sierra de Hoyo de Manzanares hacia Monte de El Pardo, áreas de ribera y antiguas graveras del río Jarama en el Parque Regional del Sureste, la cuenca del embalse del Atazar o la Zona Sur de Puebla de la Sierra, son algunas de las áreas prioritarias que recoge este informe.

Y deja clara la importancia de realizar reforestaciones, cuidar el monte y en la necesidad de una correcta gestión del mismo, con tratamientos de mejora y silvícolas.

Destaca la realización de un plan forestal que contemple desde la elección de plantas autóctonas y diseño de un bosque mixto, a la implicación de un buen mantenimiento a largo y corto plazo (riego, sustitución de marras, claras…). Pero tampoco olvida la importancia de considerar los beneficios sociales que aportan los bosques; desde el uso recreativo con rutas o senderos forestales para combatir el sedentarismo hasta la creación de empleo.

La jornada contará con dos ponentes de excepción. Ira Stern del Pratt Institute y catedrático de Planificación Territorial y Urbana, y uno de los primeros en desarrollar los sistemas de pagos por servicios ambientales para la ciudad de Nueva York mediante la gestión de su masa forestal.

Agua y biodiversidad

Stern considera que «es importante reconocer y promover la relación entre la biodiversidad y el agua para las ciudades. Los tipos de cobertura de la tierra en una cuenca determinan la calidad del agua, y el predominio de bosques correctamente gestionados es especialmente importante. Todos debemos proteger a los bosques apoyando las personas y las economías locales que poseen, administran y dependen de este recurso mágico».

También contará con María José Sanz, miembro del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), experta en suelos, tierra y masas forestales, antigua Directora del Proyecto REDD de la FAO y actualmente Directora del BC3 (Centro de Investigación Vasco para el Cambio Climático) para quien «la integración de los bosques y su gestión, en las estrategias de cambio climático a largo plazo ofrece opciones para reducir las emisiones, mejorar el secuestro de C02 y aumentar la su resiliencia a escala local, regional y global».

Deforestación

Insiste en que «la deforestación es responsable en esto momentos de un 10% aproximadamente de las emisiones globales, pero por otra parte los bosques son capaces de secuestrar un tercio de las emisiones globales. Aunque no debemos olvidar que los bosques son extremadamente vulnerables al cambio climático y por tanto esto también podría mermar su capacidad de secuestro de CO2», por ello considera que tal y como recoge este informe «una selección adecuada de los emplazamientos para su restablecimiento y una gestión adecuada son fundamentales».

El proyecto, financiado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, supone la continuación de la iniciativa «Un Millón de Árboles» que logró la plantación entre 2002 y 2012, de 1.269.000 árboles en 13 comunidades autónomas. Un completo informe que identifica las áreas más adecuadas para realizar futuras reforestaciones con un detallado análisis cartográfico, así como la identificación de especies naturales y la metodología de reforestación más apropiada a la realidad social y ambiental de cada zona. Y todo, con una metodología que puede ser aplicable a otras comunidades autónomas. De momento, se centra en Madrid y se presentó ayer en La Casa Encendida.

Fuente: ABC / Charo Barroso,

Artículo de referencia: https://www.abc.es/natural/biodiversidad/abci-futuro-bosques-ante-cambio-climatico-201811270828_noticia.html,



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