Nuevo sistema que calcula el agua que necesitan los cultivos

Investigadores del Centro Alameda del Obispo de Córdoba del IFAPA han elaborado una herramienta que valora las exigencias concretas de agua en una explotación agraria en función de su localización. El nuevo sistema permite que la gestión de recursos hídricos sea más rentable al poder estimar con mayor precisión las necesidades de los cultivos. Al mismo tiempo, la práctica del regadío se hace más sostenible al usar sólo la realmente necesaria en cada periodo.

La nueva metodología permite elaborar información precisa sobre las necesidades de riego de los cultivos empleando técnicas de teledetección, es decir, imágenes de satélite, junto a los datos ofrecidos por las estaciones meteorológicas cercanas y los pronósticos meteorológicos, de los que se obtienen valores de lluvia, temperatura o radiación solar. Esto facilita al regante conocer de manera más exacta los parámetros que afectan directamente a las necesidades hídricas de sus explotaciones, empleando en lugar de valores medios, valores concretos. 

En un estudio publicado en la revista International Journal of Applied Earth Observation and Geoinformation los investigadores desarrollan herramientas para que cualquier agricultor pueda conocer la información requerida en la realización de calendarios específicos de riego para su explotación, a través de la identificación de la estación meteorológica que ofrecerá los datos más precisos.

Saber cuánto riego requiere un cultivo es uno de los factores de referencia para obtener un rendimiento adecuado. “El agricultor dispone de información exhaustiva sobre las necesidades de riego de su plantación en cada momento, con la posibilidad de planificar de una manera más acertada el agua necesaria y así evitar el estrés hídrico y el riego excesivo”, indica el investigador del IFAPA Ignacio Lorite, coautor del artículo.

Gestión individualizada a cada cultivo

Tradicionalmente, la evapotranspiración de referencia, es decir, la demanda de evaporación de la atmósfera, se ha determinado por medio de redes de estaciones meteorológicas, pero esta técnica no ofrece información de la explotación, sino de zonas cercanas a la propia estación que puede coincidir o no con la de una parcela concreta. La teledetección permite estimar la radiación solar de forma mucho más precisa atendiendo al espesor y extensión de las nubes.

La radiación solar es un componente básico para la determinación de las necesidades hídricas al ser la fuente de energía y el principal promotor del proceso de la evapotranspiración. De esta manera, se mejora la estimación de las necesidades de agua del cultivo por medio del cálculo de la evapotranspiración de la zona específica.

La herramienta empleada en el estudio, llamada LSA-SAF (Land Surface Analysis Satellite Applications Facility), determina la radiación solar sobre la superficie por medio de observaciones realizadas cada 30 minutos desde el satélite Meteosat Second Generation (MSG) y las combina con los pronósticos meteorológicos de temperatura para determinar la evapotranspiración de referencia.



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