De paso, se conseguiría evitar los graves problemas de contaminación atmosférica de la región.

El Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid aprobó ayer una nueva y desmesurada subida del precio del transporte público madrileño. Una decisión que pretende equilibrar las cuentas del transporte público ante la reducción de ingresos, como consecuencia del menor número de usuarios (por la crisis) y por los recortes previstos en la financiación de la Comunidad de Madrid.

Para Ecologistas en Acción esta decisión es un grave error por los negativos impactos que provocará el encarecimiento del transporte público: la subida de precios producirá una pérdida de competitividad del TP frente al automóvil, lo que se traducirá en un mayor trasvase de usuarios del primero hacia el segundo. Así, esta medida tendrá los siguientes efectos:

  1. En lo económico: la disminución del uso del transporte público en beneficio del automóvil significa un mayor consumo de combustible fósiles y por tanto una mayor cantidad de recursos financieros destinados a sufragarlos. Asimismo, el menor número de usuarios del transporte público producirá una reducción en los ingresos en el medio plazo.
  2. En lo ambiental y social será perjudicial al acentuarse los problemas de contaminación del aire que ya sufre la Comunidad de Madrid, además de la contaminación acústica y la siniestralidad. Es paradójico que se suba el transporte público mientras una y otra vez se rechaza poner límites a la contaminación que provocan los coches mediante medidas fiscales.
  3. En términos de equidad social también es una medida muy injusta, ya que dificultará aún más la accesibilidad y posibilidad de transportarse a las personas con menores recursos económicos, en un contexto social en el que cada vez más sectores sociales ven reducidos o extinguidos sus ingresos.

La ONG ecologista recuerda que los problemas financieros que enfrenta actualmente el sistema de transporte público de la Comunidad de Madrid han sido causados por la nefasta política de transportes seguida durante años por la Comunidad de Madrid. Una política basada en dos estrategias: el incentivo en el uso del automóvil -mediante la inversión de ingentes sumas de dinero público para la construcción y mantenimiento de infraestructuras de uso viario sin coste alguno para sus usuarios- y la construcción de costosísimas infraestructuras de transporte público (MetroSur, metros ligeros, etc.) en corredores en los que no estaba justificado y en los que habría resultado más barato y eficaz implementar plataformas reservadas de autobuses. También conviene señalar el despilfarro en dinero destinado a publicidad de Metro; una cantidad desmesurada y completamente prescindible.

Así, según Ecologistas en Acción, la solución al modelo de transporte de la Comunidad de Madrid pasa por una reforma profunda bajo las dos premisas básicas de cualquier política de movilidad sostenible: incentivar el transporte público y de los modos no motorizados y disuadir del uso del automóvil. Pero aquí el uso del automóvil ha sido durante décadas subvencionado con dinero público y con un coste mínimo o nulo para sus usuarios.

Perjudicar exclusivamente al transporte público es seguir apostando por un modelo de movilidad obsoleto y con graves perjuicios económicos, sociales y ambientales. Ecologistas en Acción propone justo lo contrario: la aplicación de medidas fiscales que graven la utilización del automóvil e inviertan estos recursos en potenciar y mejorar el sistema de transporte público y de los modos no motorizados sin subidas de precios.



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