Las nubes son masa de agua o hielo cuyas partículas tienen un tamaño que varía entre las 20 y las 50 micras (mm). Estas partículas aparecen por agregación a un núcleo preexistente, que suele ser una partícula de polvo de 0.1 a 1 mm de tamaño. El agua dentro de la nube puede estar en estado líquido por debajo de 0ºC, conociéndose este estado como agua subenfriada. Desde los -12ºC hasta -30ºC, las partículas de la nube se encuentran formadas por una mezcla de agua subenfriada de hielo. Por debajo de -40ºC, las partículas están formadas exclusivamente por cristales de hielo.

Se pueden clasificar por diferentes sistemas. Según su forma, las nubes se clasifican en dos grandes grupos: estratiformes, o en forma de estratos, y cumuliformes, o en forma de cúmulos. Las estratiformes son blanquecinas y ocupan grandes extensiones. Las cumuliformes se caracterizan por presentar formas globosas.

Otra clasificación las reúne atendiendo a la altura en la que se encuentran. Aquí se agrupan en cuatro grupos: nubes altas, medias, bajas y cumuliformes.

  • Las nubes altas se encuentran a una altura entre 6 y 12 kilómetros, están compuestas en su totalidad por cristales de hielo y se desplazan a grandes velocidades, aunque en apariencia estén quietas, dejando pasar la luz del Sol o de la Luna. Indican la presencia de la corriente de aire en altura. El tipo básico es el cirro, formado por nubes blanquecinas deshilachadas que forman líneas o franjas en el cielo. Dos variantes de este tipo son los cirrostratos y los cirrocúmulos. Los cirrostratos son cirros estratificados en una capa más o menos homogénea, caracterizándose por ser responsable de la formación aparente de un halo alrededor del Sol o la Luna. Los cirrocúmulos tienen aspecto de una fila de masas compactas globulares, dando lugar al denominado «cielo emborregado o aborregado».
  • Las nubes medias se localizan entre los 2 y los 6 kilómetros de altitud, presentando dos tipos básicos: los altostratos y los altocúmulos. Los altostratos forman una capa estratificada y grisácea más o menos lisa, obstaculizando el paso de la luz solar, estado relacionados con la aparición del mal tiempo. Los altocúmulos forman capas de nubes de color grisáceo individuales, próximas entre sí, que están relacionadas con el buen tiempo.
  • Las nubes bajas se encuentran desde el nivel del suelo hasta los 2 kilómetros de altura, siendo sus formas básicas los estratos, los nimbostratos y los estratocúmulos. Los estratos forman capas densas a baja altura, de color gris oscuro. Los nimbostratos son estratos que producen precipitaciones en forma de agua o de nieve. Los estratocúmulos forman masas de nubes a baja altura, más o menos aisladas entre sí y dejando claros por los que se ve el cielo. Éstas últimas están asociadas al buen tiempo o a una mejoría del mismo, aunque pueden dejar alguna precipitación de manera aislada.
  • Las cumuliformes son el último tipo de nubes considerado. Se caracterizan por ser globulares y por presentar un desarrollo en altura importante, mientras que en su base son más o menos planas. Entre éstas se encuentran los cúmulos y los cumulonimbos. Los cúmulos son masas aisladas, de color blanco intenso en su cima y laterales, mientras que por su base son grisáceas. Están asociadas con el buen tiempo. Los cumulonimbos son cúmulos que, en determinadas ocasiones, crecen de forma desmesurada en altura, pudiéndose extender desde los 500 metros de su base hasta los 9 o 12 kilómetros de su cima. Son responsables de precipitaciones intensas, de un aparato eléctrico importante y de fuertes vientos. Aunque de lejos presenten un color blanco intenso, debajo oscurecen el cielo en gran magnitud.

Las nieblas son nubes que entran en contacto con la superficie del mar o de la tierra. Pueden ser de dos tipos: de irradiación y de advención. Las de irradiación se forman por las noches, cuando la temperatura del aire en contacto con el suelo baja de manera rápida. El aire, al enfriarse, va aumentando su humedad relativa hasta que llega al punto de rocío, condensándose. Éstas se encuentran asociadas a fenómenos de inversión térmica. Las nieblas de advención aparecen cuando una capa de aire cálido se mueve por encima de otra más fría o sobre una superficie helada. La masa cálida cede calor a la fría y el vapor de agua que contiene se condensa, dando lugar a la niebla.



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