Plástico reciclado para construir carreteras

Plástico reciclado como material principal para las carreteras

Entre esas soluciones está la que emplean plástico reciclado para crear el firme de sus carreteras. La idea ha nacido en Holanda y lo hace además para solucionar los mismos problemas que apuntaban los cronistas del siglo XIX. La carretera de plástico no solo creará un firme adecuado para la circulación de los vehículos, sino que también dará una solución mucho más efectiva para los problemas que se generan por el exceso de agua. Las carreteras de plástico reducen las inundaciones, ya que tienen un sistema de drenaje que actúa justo por debajo de la capa superior en la que se encuentra el tráfico y evita que la superficie se llene de agua en caso de lluvia excesiva.

Una solución para reciclar el plástico

Pero la idea es interesante por muchas más cosas que eso, ya que también es una solución para los problemas de reciclaje de plástico y una vía para reducir los costes de mantenimiento de la red de carreteras. El proyecto PlasticRoad usa como materia prima el plástico de desecho. Esto es, usa los plásticos que cada día se convierten en basura y acaban en el mar para crear un nuevo producto. Estos plásticos-residuos pasan por un proceso de transformación que los convierte en una especie de plancha. Cada una de esas planchas es la que, uniéndose unas a otras, crea la carretera.

De hecho, se podría decir que las carreteras de plástico se construyen como se haría con piezas de Lego o con uno de esos suelos que tan habituales son en guarderías y centros de juegos para niños. Esta forma de construcción hace que poner en marcha una carretera de plástico sea mucho más fácil. Se requiere mucha menos maquinaria y se hace necesario mover menos material, lo que hace que se reduzcan también las emisiones contaminantes de la obra.

"Ahorraremos un 85% en transporte lo que significa un 85% menos de emisiones, además este tipo de módulos requiere menos equipo pesado para su construcción, sumado al hecho de que el material utilizado será plástico reciclado que volverá a ponerse en circulación", apuntaba uno de los responsables del proyecto a los medios.

El proceso de instalación es más rápido y eficiente

Además, se hace todo el proceso mucho más rápido, lo que redunda en beneficios para los usuarios, y se simplifica el proceso de reparación de daños. Si una de las piezas se estropea, como podría pasar con un bache, solo hay que retirarla y poner otra en su sitio.  La pieza rota puede convertirse nuevamente en otro de los elementos de una carretera plástica, ya que puede volver a ser reciclada.

El que la carretera sea de plástico no implica, por otra parte, que sea menos resistente. De hecho, las previsiones de los expertos son las de que aguantará mucho mejor las temperaturas extremas. La vida útil de la vía sería también superior a las de asfalto tradicionales.

Por el momento, no hay ninguna carretera de plástico operativa, aunque la previsión está en que en 2017 se pondrá en marcha la primera.  Rotterdam ya ha mostrado interés por el material y otras ciudades holandesas son receptivas a la idea. Los primeros usos serán en vías para bicicletas, aunque sus aplicaciones pueden ir más allá. Los creadores creen que podría servir también para cosas tan diversas como ser el suelo de una casa o para mejorar las condiciones de los campamentos de refugiados.



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