Entre las 20 marcas de moda que ha analizado Greenpeace destaca la marca española Zara, ya que ha sido el único caso en el que se han detectado ambos tipos de sustancias tóxicas, las que pueden transformarse en disruptores hormonales y las que lo hacen en sustancias cancerígenas.

Los resultados han sido publicados en un informe titulado Puntadas tóxicas. El oscuro secreto de la moda, y en él se muestran los análisis realizados a 141 artículos de ropa. También se exponen los vínculos entre las plantas de producción textiles en países como China que utilizan productos químicos peligrosos y la presencia de estas sustancias químicas en los productos finales.

"Las principales cadenas de ropa nos están convirtiendo a todos en víctimas de la moda al vendernos prendas que contienen sustancias peligrosas, que contribuyen a la contaminación tóxica del agua en todo el mundo, tanto cuando se fabrican como al lavarlas", ha declarado Yifang Li, responsable de la campaña de Tóxicos de Greenpeace en Asia Oriental.

Una de las principales conclusiones es que todas las marcas analizadas tenían varios artículos que contenían NPE (Etoxilatos de nonilfenol), que se degradan y producen una sustancia que actúa como disruptor hormonal. Las concentraciones más elevadas, por encima de 1.000 ppm (mg/kg) se encontraron en las prendas de Zara, Levi´s, C&A, Mango, Calvin Klein, Jack & Jones, Metersbonwe y Marks & Spencer (M&S). De hecho, entre las prendas de la marca española Mango se encuentra una camiseta comprada en España que presenta la segunda mayor concentración de NPE de todas las prendas analizadas, superando ampliamente los límites que establece su propia política sobre sustancias químicas.

Los análisis demuestran la presencia de altos niveles de ftalatos tóxicos en cuatro de los productos, y trazas de una amina cancerígena proveniente del uso de determinados colorantes azoicos en dos productos de Zara. También se han detectado en muchas de las prendas analizadas la presencia de otros tipos de sustancias químicas industriales potencialmente peligrosas.

“Los resultados de los análisis en las prendas de Zara son inaceptables tanto para quienes compran su ropa como para quienes viven cerca de las instalaciones donde se fabrican”, ha declarado Martin Hojsik, coordinador del la campaña Detox de Greenpeace Internacional. "Al ser la primera marca mundial de ropa, Zara tiene que tomar la iniciativa y adoptar medidas urgentes, ambiciosas y con transparencia para eliminar los tóxicos de sus productos y sus cadenas de suministro ", ha concluido Hojsik.

Las prendas analizadas (tanto de moda de hombre, mujer y niños) habían sido elaboradas mayoritariamente en países del Sur Global tanto con fibras artificiales como naturales. Muchos de los productos químicos peligrosos detectados se utilizan deliberadamente en el proceso de producción, aunque algunos son restos residuales no deseados, lo que demuestra el alto nivel de contaminación del sector.

"El sector textil sigue utilizando los cauces de agua públicos como si se tratase de sus desagües privados, el bajo precio de la moda no tiene por qué suponer un alto coste para el planeta y la salud de las personas, es posible una moda libre de tóxicos", ha añadido Yifang Li.

Greenpeace exige a las grandes marcas de moda que apuesten por el “vertido cero” de sustancias químicas peligrosas para el año 2020, como ya han hecho algunas marcas como H&M y M&S, y que exijan a sus proveedores que hagan públicos los datos de todas las emisiones de sustancias químicas tóxicas que vierten.



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