Según estimaciones, de las 7.350.000 hectáreas que había originalmente en el bosque Caldén a día de hoy hay menos de 2.300.000 hectáreas, tan solo 31%. Y el problema no termina sino que este 31% no es el original, está fragmentado, y con la agricultura y la ganaderia a punto de ocuparlo.

Tras el "Inventario de campo de la región del Espinal, formaciones de Caldén y Ñandubay", el desmonte para leña, los incendios y la extensión de la frontera agropecuaria, son algunas de causas del estado crítico en que se encuentra el bosque de caldén.
Realizado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, señala que las "diferentes actividades humanas como el desmonte para la reconversión de tierras, la extracción selectiva, el sobrepastoreo y los incendios forestales, han contribuido a la reducción de la superficie boscosa total y degradaron cualitativa y cuantitativamente los bosques remanentes de caldén".

ÚNICO

El caldenal es único en el mundo. Originalmente ocupaba el centro y sur de San Luis, sudoeste de Córdoba, centro sur de La Pampa, sur de Buenos Aires y el noreste de Río Negro.
Entre llanuras y algunas ondulaciones, era un bosque abierto con caldenes de gran porte creciendo entre pastizales.
En Córdoba ocupaba unas 3.000.000 de hectáreas (un 20% del territorio provincial), mientras que hoy no supera las 50.000 has. (un 0,3% de la Provincia).
En San Luis, cubría unas 850.000 has. y ahora apenas unas 644.000 has. (un 1,8% del total provincial).
En La Pampa había una superficie de bosque de 3.500.000 has., que abarcaba el 24% de la superficie provincial. Hoy apenas queda el 11%.

Tiempos difíciles

"En la actualidad los bosques de Caldén están siendo amenazados por la extensión de la frontera agrícola favorecida por los valores de mercado de los productos agropecuarios, el aparente incremento de las precipitaciones en la región en los últimos años y la utilización de modernos sistemas de labranza e irrigación que permiten el uso de áreas que en el pasado no eran deseables para cultivos", agrega el Inventario.

Desmontes, incendios, caminos y picadas, campos arados… parten el bosque y lo convierten en un gran tablero de ajedrez. El problema es que se fragmenta el hábitat de cientos de especies vegetales y animales. Existen fragmentos que van desde una hectárea hasta unas 50.000 has. Pero lo más alarmante es que la mitad de estos corresponde a fracciones de menos de 100 has.

Especies

Están identificadas una variedad de 333 especies de vertebrados, 71 mamíferos, 68 reptiles, 15 anfibios y un total de 178 especies de aves. Sin embargo, se denuncia que la degradación y la pérdida del hábitat son una amenaza actual.

"En los últimos 100 años se han extinguido localmente unas 15 especies de vertebrados, y dos aves migratorias, la Gallineta antártica y el Playero esquimal, están a punto de desaparecer globalmente. La presencia histórica de algunas especies perdura sólo en toponimias que hoy sorprenden, pero que hace apenas un siglo testimoniaron, por ejemplo, la existencia de Panthera onca ("tigres" o yaguareté,) y de otros representantes de una fauna hoy extirpada para siempre del centro de Argentina".


Según el trabajo de la SAyDS, ya no hay bosque original. De hecho, el que se observa, corresponde a una nueva configuración que le han dado el ganado, el fuego y la introducción de especies exóticas. Así, caldenes flacos y pastizales naturales modificados conforman hoy un bosque antes impenetrable.



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