Los estímulos a la rehabilitación residencial están vinculados a la futura Ley de Economía Sostenible y a la obligatoriedad de incorporar este modelo de generación en edificios de uso terciario incluida en el Código Técnico de Edificación (CTE), actualmente en proceso de revisión. Según las estimaciones de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF), gracias a la reactivación de su mercado, la aplicación de estas deducciones y del CTE, el sector creará 10.000 empleos entre octubre de 2009 y junio de este año. 

Desde la Asociación Empresarial Fotovoltaica (AEF) se recuerda que la energía solar fotovoltaica suministra ya el 3,2 por ciento de la producción eléctrica total española, y se ha convertido en un sector estratégico y de futuro que merece la pena ser apoyado, especialmente en un entorno de recesión, por su capacidad para crear bienestar y riqueza. Asimismo, AEF subraya que, a juicio de la Comisión Nacional de la Energía y de la Comisión Europea, la experiencia española en la promoción de las renovables es una experiencia de éxito reconocida mundialmente.

La incorporación de los sistemas solares a las viviendas, ayudada por la rehabilitación de viviendas y la aplicación del CTE se han convertido, entre otros, en vías de desarrollo con gran potencial para la energía fotovoltaica, tras un año 2009 donde se ha producido una contracción de este mercado, y desde que a finales de 2008 se implantara en España un cupo máximo anual de potencia instalada de 500 MW.

De esta forma, el negocio vinculado a la construcción permitirá a la industria fotovoltaica retornar a los niveles de empleo que el sector generaba en 2007, “unos 26.000 puestos de trabajo directos, estables y sostenibles a largo plazo, y crecer aproximadamente un 10% cada año”, afirma Javier Anta, presidente de ASIF, una de las patronales del sector.

Mayores márgenes de rentabilidad

La recuperación de esta industria, traducida en creación de empleo, se sustentará en el desarrollo de un nicho de negocio hasta ahora poco explotado en España: la implantación de tecnología fotovoltaica en viviendas. En 2009, el 98% del parque fotovoltaico español estaba ubicado en suelo. Una situación que viene de antiguo, ya que en 2008, según datos de ASIF, los huertos solares en el mercado español suponían el 90% frente al 15,2% de Alemania, y las instalaciones en edificios representaban tan sólo el 8,7%, frente al 42,7% de Alemania, uno de los mercados líderes en este modelo de generación.

Estas cifras denotan, por tanto, la capacidad de crecimiento que tiene el sector a través de la edificación, no sólo en el ámbito residencial, centrado en la rehabilitación de viviendas, sino también en los grandes edificios de uso terciario. Según el CTE, este tipo de inmuebles están obligadas a incorporar paneles fotovoltaicos en su estructura tanto para los de nueva construcción, como para los ya existentes, si sus cerramientos superan el 25% de la superficie total. La potencia a instalar variará en función del tamaño del edificio, la zona climática de España donde esté situado y el tipo de uso, aunque la potencia mínima será de 6,25 kWp.

Los avances tecnológicos desarrollados por la industria fotovoltaica en los últimos años han supuesto un importante ahorro de costes para las empresas del sector que se ha traducido en un descenso de los precios. Según las estimaciones realizadas por ASIF, habrían descendido de media en torno al 50% desde verano de 2008. Esta reducción supone un nuevo atractivo para acercar esta tecnología de generación al mercado residencial que, a su vez, permite disponer de mayores márgenes para rentabilizar la inversión y afrontar un proceso de reforma de retribución de las energías verdes.



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