TEPCO ha indicado que los tanques que se han construido alrededor de los reactores nucleares para almacenar el agua contaminada que se ha usado para enfriar Fukushima-1 no tienen contadores, por lo que no detectó las fugas hasta que se formaron charcos superficiales.

La compañía eléctrica ha admitido que, hasta ahora, el único sistema de control sobre los tanques de agua radiactiva eran las patrullas que realizan los operarios de Fukushima-1, según ha informado la televisión pública NHK.

En respuesta, la Autoridad Reguladora de la Energía Nuclear (NRA) ha instado a TEPCO a revisar inmediatamente todos los tanques –unos 350–, porque su estructura es idéntica, de modo que si ha habido filtraciones en uno es muy probable que haya habido en los demás.

El director de la NRA, Shunichi Tanaka, por su parte, ha ordenado a los inspectores de la NRA que se trasladen a la central nuclear para mejorar los sistemas de control sobre los tanques de agua radiactiva con el fin de prevenir nuevas fugas.

Filtrados 120 litros de agua altamente radiactiva

La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) informó el lunes de que se han filtrado unos 120 litros de agua altamente radiactiva desde uno de los tanques ubicados alrededor del reactor número cuatro de la central nuclear de Fukushima-1.

Los operarios de TEPCO han detectado una radiación de 100 milisievert por hora –el límite máximo anual es de 50 milisievert por hora– en unos charcos de agua que se han formado alrededor de los tanques del reactor número cuatro.

La compañía eléctrica cree que la fuga de agua radiactiva se ha producido desde una de las válvulas de los muros que se han construido alrededor de los reactores de Fukushima-1 para contener el vertido contaminante.

Además, TEPCO ha informado de que ha detectado en el aire de Fukushima-1 niveles de radiación superiores a los normales y que dos de sus trabajadores han estado expuestos a ellos mientras esperaban la llegada de un autobús.

En un incidente similar ocurrido hace unos días, los operarios de TEPCO atribuyeron la radiactividad aérea a un humidificador, argumentando que el agua usada podría estar contaminada, pero ahora está en desuso, por lo que se desconoce la causa.

Vertidos continuos

El pasado 8 de agosto, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón reveló que diariamente se vierten al subsuelo 1.000 toneladas de agua desde la central nuclear, de las cuales unas 300 contienen sustancias altamente radiactivas que llegan al Pacífico.

Consciente de estas magnitudes, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ordenó al Ministerio que se implique directamente en la solución al problema de los vertidos radiactivos y no ha descartado la utilización de fondos públicos.

TEPCO, por su parte, inyectó un cóctel de agentes químicos para endurecer el subsuelo y crear un muro subterráneo alrededor de los reactores nucleares uno y dos e instaló una red de tuberías para extraer las toneladas de agua radiactiva acumuladas.

El pasado viernes, la compañía eléctrica comenzó a bombear el agua radiactiva desde el subsuelo hasta la superficie, a un ritmo de 60 toneladas diarias, para almacenarla en los tanques que ha construido alrededor de la central nuclear.

Sin embargo, los trabajos para la construcción de un muro subterráneo alrededor de los reactores tres y cuatro todavía están marcha, por lo que se calcula que diariamente siguen liberando unas 35 toneladas de agua radiactiva.



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