La Asociación Europea de la Energía Eólica (EWEA) espera que en 2030 esta fuente cubra entre el 20 y el 28 por ciento de la demanda energética en la UE, frente al 3,7 por ciento que representa actualmente, señaló ayer en un informe.
El objetivo de la industria es aumentar la actual capacidad eólica instalada en Europa desde los actuales 56.000 megavatios (MW) hasta 300.000 MW en 2030.
Antes, se ha fijado como meta disponer de 80.000 MW en 2010 (5.000 más que el objetivo que se había fijado hace 4 cuatro años) y de 180.000 en 2020, la misma cifra que se marcó en 2003.
El informe sobre el desarrollo de la energía eólica elaborado por la EWEA extiende por primera vez hasta 2030 sus objetivos que, de cumplirse, permitirían evitar la emisión de 575 megatoneladas de CO2, el equivalente a sacar de la circulación 285 millones de coches.
Para alcanzar sus metas, la industria -con el respaldo de la Comisión Europea (CE)- apunta principalmente al mar.
La EWEA calcula que de esa capacidad de 300.000 MW en 2030, 120.000 estarán en plantas en alta mar.
Actualmente, este tipo de plataformas supone sólo alrededor del 2 por ciento de la producción total en la UE
La CE tiene previsto presentar antes del final del año un plan de acción para impulsar este tipo de instalaciones, que requieren principalmente una mejora de las interconexiones eléctricas, según destacó ayer el comisario europea de Energía, Andris Piebalgs, en la apertura de la Conferencia Europea de la Energía Eólica, que se celebra esta semana en Bruselas.
Piebals recordó que de todas las energía renovables, la eólica es la que hasta ahora ha mostrado "resultados más prometedores en la UE", con un crecimiento muy importante en los últimos años.
Así, destacó el papel que esta fuente debe desempeñar en la lucha contra el cambio climático y de cara a garantizar la seguridad del suministro energético en los Veintisiete.
En este sentido, los representantes de la industria solicitaron a las instituciones europeas una rápida adopción de su estrategia para combatir el cambio climático y promover las energías renovables.
Este paquete -presentado por la CE en enero y sobre el que los países esperan alcanzar un acuerdo a lo largo de este año- obligará a que en 2020 el 20 por ciento de todo el consumo de energía en Europa proceda de fuentes renovables.
Para las empresas, este marco -unido a los programas de apoyo público- resulta indispensable a la hora de invertir en tecnología y nuevas instalaciones que permitan continuar la expansión de este sector, muy importante en países como España y Alemania.
Además, Piebalgs señaló que Bruselas no quiere impulsar las energías renovables sólo en Europa, sino en otras zonas del mundo, y apuntó el norte de Africa como una de las áreas con mayor potencial en el campo eólico y solar.
El comisario aseguró que en el futuro los mercados energéticos de los países de la otra orilla del Mediterráneo se integrarán con el europeo y ofrecerán la posibilidad de producir energía limpia a un menor coste, dadas las favorables condiciones que presenta esta zona para su desarrollo.
Desde ayer y hasta el jueves, más de 3.000 personas participan en la Conferencia Europea de la Energía Eólica, en la que están representadas más de 200 empresas del sector, expertos y autoridades públicas.