Los irlandeses sí que saben. Quintas Energy es una sociedad con sede en Sevilla participada por su director general, Declan O Halloran y dos compañías financieras irlandesas. Llevan dos años trabajando y en poco más de tres meses han adquirido compromisos para comprar 10 megavatios (MW) de potencia instalada en Andalucía Occidental con un desembolso bruto de 100 millones de euros, procedentes de fondos de pensiones irlandeses. La rentabilidad esperada ronda el 12 por ciento.

Declan O Halloran es un irlandés afincado en Málaga que pasa parte de la vida entre la costa, Sevilla y Dublín. Su misión es hacer rentable las pensiones de miles de irlandeses. Entre sus principales clientes se encuentran las compañías Irish Life y Canadian Life, las dos más importantes empresas aseguradoras y de fondos de pensiones de Irlanda. «Estos años de crecimiento en nuestro país han sido muy buenos y la gente está invirtiendo su dinero para asegurarse unas pensiones de jubilación lo más aceptables posibles. En el negocio de las energías renovables, y en particular, en la fotovoltaica, hemos encontrado una rentabilidad alta, segura, estable y a largo plazo. En este momento no tengo interés ni en el sector inmobiliario ni en la bolsa», asegura el director general de Quintas Energy.

De Sevilla a Europa

O Halloran ha confiado la estructura societaria y fiscal del negocio al despacho jurídico Altius Abogados, que es su brazo ejecutor. También se han encargado de adecuar el negocio a la legislación irlandesa, pues la sociedad matriz Quintas Energy está en Irlanda y está participada directamente por los pensionistas de los fondos mencionados. La sociedad española es quien detecta las oportunidades, estudia los negocios y gestiona las inversiones. Los fondos dan el último o.k. a las operaciones. Es además la punta de lanza en el continente, porque «ya hemos puesto un pie en Alemania, y seguiremos con Italia y Grecia», afirma el director general.

Hasta la fecha han comprado varios huertos solares —siempre terminados o a punto de estar operativos— en Jerez, Huelva, Córdoba y Sevilla, por una cuestión de proximidad geográfica con la sede y conocimiento directo del terreno. En este año esperan cerrar la compra de 10 MW, lo que supone una inversión de 100 millones de euros, entre aportación nueva de capital, compromisos de financiación y subrogación de la misma a otras entidades bancarias.

Al ritmo que llevan, esperan alcanzar los 20 MW en 2009, lo que supone duplicar la inversión bruta. Y «entraremos también en otros negocios de renovables», asegura O Halloran.

Rentabilidad asegurada

El negocio de las energías renovables en España se financia, en su mayor parte, con recursos ajenos bancarios —alrededor del 85 de la inversión en los huertos solares— que se van devolviendo con la energía que se vende a los distribuidores y a un precio previsible y que además tiene prima. Son proyectos a largo plazo, entre 25 y 35 años, en los que empiezas a ganar dinero desde el minuto uno.

«Nosotros procuramos amortizar la inversión en el menor tiempo posible —alrededor del año 12— para a partir de ahí empezar a dar rentabilidad a los inversores», afirma Declan O Halloran. Teniendo en cuenta que los nuevos pensionistas irlandeses están en la franja de los 40 a los 50 años, pueden esperar ese tiempo para empezar a recibir sus dividendos.



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