Las propuestas deben rebajar las emisiones de dióxido de azufre en hasta el 90% y las de partículas finas, en hasta el 80%. Los beneficios desde el punto de vista de la salud pública se cifrarán entre 15.000 y 34.000 millones de euros, lo que es muy superior a los costes previstos, que oscilan entre 2.600 y 11.000 millones de euros. Teniendo en cuenta que casi la mitad de la población europea vive en zonas en las que todavía no se cumplen los objetivos de la UE en materia de calidad del aire, la contaminación atmosférica es uno de los principales motivos de inquietud para los ciudadanos.

Janez Potočnik, Comisario de Medio Ambiente, ha declarado lo siguiente: “La contaminación atmosférica no se detiene en las fronteras. Las fuentes terrestres vienen siendo objeto de la atención de los reguladores desde algún tiempo y ya es hora de que el sector marítimo cumpla su parte, sobre todo si consideramos que sus repercusiones en la calidad del aire se notan mucho más allá de las zonas costeras. Esta propuesta representa un gran paso adelante en la reducción de las emisiones atmosféricas del sector del transporte marítimo, que está creciendo rápidamente. Contribuirá a solucionar los problemas persistentes de calidad del aire que siguen afectando a millones de europeos. Forma parte de un programa de transformación que preparará al sector de cara a los desafíos del futuro”.

El Vicepresidente Siim Kallas ha añadido: “Incorporar al Derecho de la UE las normas aprobadas por unanimidad en la OMI sería un avance en la mejora de la sostenibilidad del transporte por vías acuáticas. Me congratulo de que la propuesta incluya una serie variada de medidas complementarias a corto y medio plazo encaminadas a ayudar al sector a hacer frente a este reto”.

La legislación propuesta revisa la Directiva en cuanto al contenido de azufre de determinados combustibles líquidos e incorpora nuevas normas de la OMI al Derecho de la UE para garantizar su cumplimiento correcto y armonizado por todos los Estados miembros de la UE. Con arreglo a las propuestas, el contenido máximo de azufre autorizado en los combustibles utilizados en el transporte marítimo en zonas vulnerables como el Mar Báltico, el Mar del Norte y el Canal de la Mancha se rebajará del porcentaje anterior del 1,5% al 0,1% desde el 1 de enero de 2015. Otras zonas tendrán que registrar reducciones mayores incluso, desde el 4,5% hasta el 0,5%, a más tardar el 1 de enero de 2020.

Los buques podrán utilizar tecnologías equivalentes, tales como sistemas de depuración de gases de escape, como alternativa al uso de combustibles con bajo contenido de azufre. Otros cambios importantes propuestos son una notificación y verificación más unificadas y disposiciones sobre el muestreo ajustadas a las normas internacionales. La propuesta se aplicará progresivamente de 2015 a 2020. Mientras tanto, la Comisión formulará en 2012 una serie de medidas a medio y largo plazo en el marco de la “caja de herramientas del transporte sostenible por vías acuáticas” al efecto de fomentar el transporte marítimo de corta distancia sostenible y competitivo.

Si bien las nuevas normas representarán un desafío para los sectores afectados, el uso de tecnologías de reducción alternativas rebajará de forma importante los costes de cumplimiento y estimulará la innovación y la eficiencia en el uso de los recursos.

La revisión propuesta es un esfuerzo por solucionar los problemas persistentes de calidad del aire mientras la Comisión procede a una revisión más amplia de la política atmosférica, prevista para antes de 2013. La propuesta se basa en consultas a las partes interesadas y en diversos estudios sobre los costes y beneficios de las medidas proyectadas, así como sobre su posible incidencia en el sector del transporte marítimo.

Antecedentes

El petróleo crudo se transforma en combustibles destilados como la gasolina y el gasóleo, así como en residuos como el fuelóleo pesado y el asfalto. Los buques suelen usar esos fuelóleos pesados para su propulsión. Los fuelóleos pesados pueden tener un contenido de azufre de hasta el 5%; en cambio, el contenido de azufre de los combustibles para camiones o turismos no puede ser superior al 0,001%.

Las emisiones de dióxido de azufre causan lluvias ácidas y generan polvo fino. Este polvo es peligroso para la salud, al provocar enfermedades respiratorias y cardiovasculares y reducir hasta dos años la esperanza de vida en la UE.

Las emisiones de contaminantes atmosféricos como el azufre han disminuido a lo largo de los últimos veinte años. Sin embargo, la UE se está quedando algo corta a la hora de conseguir sus objetivos, sobre todo unos niveles de calidad del aire que no den lugar a riesgos o efectos negativos significativos en la salud humana y el medio ambiente. Si no se toman medidas, las emisiones del transporte marítimo podrían superar el total de las emisiones terrestres de la UE para 2020, de seguir las tendencias actuales.

La Comisión procederá a una revisión completa de la estrategia atmosférica de la UE para 2013 y está tomando medidas urgentes a corto plazo para solucionar los problemas persistentes de los Estados miembros a la hora de cumplir las normas de calidad del aire, especialmente en lo referido al polvo fino conocido por el nombre de partículas y el ozono. Esta propuesta de ajustar la calidad de los combustibles de uso marítimo a las normas más recientes acordadas en el seno de la Organización Marítima Internacional es una de estas medidas inmediatas.



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