Un equipo de astrofísicos de la Universidad Estatal de Pensilvania, la Universidad de Arizona y la Universidad turca de Sabanci acaban de encontrar, utilizando el Telescopio Espacial Hubble, algo que nadie esperaba: una extraña estrella de neutrones, un púlsar, que se comporta de un modo totalmente diferente a los demás.

En efecto, el denominado RX J0806.4-4123 está lanzando al espacio una serie de misteriosas emisiones en forma de radiación infrarroja, algo único en las estrellas de este tipo observadas hasta la fecha. Normalmente, las emisiones de los pulsares consisten en potentes ondas de radio o energéticos rayos X.

El hecho de que los púlsares sean capaces de emitir a largas distancias no es algo nuevo para la Ciencia. Pero que este púlsar en concreto solo emita en luz infrarroja es algo completamente nuevo y que, según los investigadores, podría significar que esta estrella posee toda una serie de características jamás vistas hasta ahora en ningún otro púlsar conocido. El hallazgo acaba de publicarse en The Astrophysical Journal.

Según los investigadores, podría ser que alrededor de esta pulsante estrella de neutrones exista un denso disco de polvo y gas. Otra posibilidad sería que el poderoso «viento de energía» que emana del púlsar se esté estrellando contra el gas del espacio interestelar que la estrella atraviesa a medida que se desplaza.

Evolución de estos objetos

En todo caso, el descubrimiento ayudará a arrojar algo más de luz sobre la evolución de estos increíbles objetos. Una estrella de neutrones es lo que queda cuando una estrella muy masiva y brillante se colapsa bajo su propia gravedad y estalla en forma de supernova.

Se trata, pues, de un auténtico «cadáver estelar», cuyos restos se han compactado de tal forma que una sola cucharadita del material que la compone pesaría más que el monte Everest.

Muchas estrellas de neutrones son llamadas también pulsares porque su rapidísima rotación (normalmente varias veces por segundo, aunque en este caso solo una cada 11 segundos) provoca, como lo haría un faro que gira, las energéticas emisiones que se captan, como pulsos, desde la Tierra.

Los Siete Magníficos

«Esta particular estrella de neutrones – explica Bettina Posselt, profesora asociada de investigación de astronomía y astrofísica en la Universidad Estatal de Pensilvania y autora principal del artículo- pertenece a un grupo de siete púlsares de rayos X cercanos, conocidos como los ‘Siete Magníficos’, que están más calientes de lo que deberían estar considerando sus edades y sus reservas de energía disponible. Observamos un área extendida de emisiones de infrarrojos alrededor de esta estrella de neutrones, llamada RX J0806.4-4123, cuyo tamaño total se traduce en aproximadamente 200 unidades astronómicas (aproximadamente 28 mil millones de km) de distancia del púlsar».

Se trata, como se ha dicho, de la primera estrella de neutrones cuya emisión solo resulta visible en el rango de los infrarrojos. En cuanto a la explicación del fenómeno, existen dos posibilidades.

2 teorías

«Una de las teorías -explica Posselt- es que podría haber lo que se conoce como un ‘disco de respaldo’ de material que se fusionó alrededor de la estrella de neutrones después de la supernova. Tal disco estaría compuesto de materia de la estrella masiva progenitora. Su interacción posterior con la estrella de neutrones podría haber calentado el púlsar y ralentizado su rotación. Si se confirma como un disco de reserva de supernova, el resultado podría cambiar nuestra comprensión general de la evolución de las estrellas de neutrones».

La segunda explicación posible para esta inusual emisión infrarroja es una «nebulosa de viento pulsar».

«Una nebulosa de viento pulsar -prosigue la investigadora- requeriría que la estrella de neutrones muestre un viento púlsar. Se puede producir un viento púlsar cuando las partículas se aceleran en el campo eléctrico producido por la rotación rápida de una estrella de neutrones con un campo magnético fuerte. A medida que la estrella de neutrones viaja a través del medio interestelar a mayor velocidad que el sonido, se puede formar una onda de choque donde interactúan el medio interestelar y el viento púlsar. Las partículas impactadas emitirían radiación sincrotrón, causando la señal infrarroja extendida que vemos. Típicamente, las nebulosas del viento pulsar se ven en los rayos X y una nebulosa de pulsar en el infrarrojo sería muy inusual y emocionante».

Fuente: ABC / José Manuel Nieves,

Artículo de referencia: https://www.abc.es/ciencia/abci-extrano-pulsar-lanza-misteriosas-emisiones-espacio-201809181054_noticia.html,



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