FUENTE: FREEPIK

La sequía se define como un periodo prolongado de tiempo en los que una determinada región o territorio no recibe la cantidad suficiente de agua para suministrar las necesidades de la fauna y flora, incluyéndonos a nosotros, los seres humanos.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alerta del desafío que supone la sequía para nuestros estilos de vida, ya que afecta tanto a las economías como a los ecosistemas. Ocasionada por los efectos del cambio climático, provocó que la Tierra fuera más seca de lo normal en el año 2021 y que esa tendencia siga «in crescendo».

Según predice la calculadora del Servicio de Cambio Climático (C3S) de Copernicus, el calentamiento global alcanzará el límite de 1´5 °C en febrero del año 2035. El Servicio de Cambio Climático (C3S) de Copernicus ha informado recientemente que el año 2022 ha sido el segundo año más cálido en Europa y el quinto año más cálido a nivel mundial desde que hay registros.

Se han batido récords de temperaturas, no solo por países, sino a nivel global. Ha sido el octavo año consecutivo en el que se supera por 1 °C la temperatura media mundial. Según los expertos, se trata de un dato muy alarmante, donde también apuntan que las previsiones para este verano siguen por el mismo camino ya que las temperaturas seguirán subiendo.

¿Qué tipos de sequía existen?

Los tipos de sequía que existen son:

Agrícola
La sequía agrícola puede definirse como aquella que afecta a los cultivos por la falta de lluvias o estrategias mal planificadas de las actividades agrícolas.
Hidrológica
La sequía hidrológica tiene lugar cuando las reservas de agua de una determinada región o territorio están por debajo de la media. La principal causa de este tipo de sequía se debe a la escasez continuada de lluvias o las malas prácticas de la actividad humana.
Meteorológica
La sequía meteorológica se debe a la ausencia o escasez de precipitaciones durante un periodo de tiempo determinado.

Sequías repentinas: ¿qué son y cuáles son sus causas?

Las sequías repentinas son fenómenos que ocurren por la escasez de precipitaciones y la alta evapotranspiración, que seca de rápidamente el agua del suelo. Este tipo de sequías, provocadas por la acción humana, se producen cada vez con mayor frecuencia. Se producen sobre todo en el norte y este de Asia, Europa, el Sáhara y la costa oeste de Sudamérica, donde los expertos tienen la creencia de que esta tendencia se va a acelerar en un futuro más cálido.

Las proyecciones futuras muestran que las sequías repentinas se van a acelerar e incrementar en la mayoría de las regiones. Este tipo de sequías son muy complicadas de predecir, dado que los métodos utilizados por los expertos en la actualidad utilizan escalas temporales más largas.

Por esta razón, es de vital importancia la creación de nuevos enfoques para alertar con antelación de las sequías repentinas. Además, es necesario comprender de una mejor manera cómo se verán afectados los ecosistemas naturales y los seres humanos.

¿Cuáles son las causas y las consecuencias de la sequía?

Las principales causas de la sequía son:

Actividades humanas
Los seres humanos influimos a la hora de agravar la sequía en una determinada región o territorio mediante la deforestación, el riego excesivo y la sobreexplotación de tierras agrícolas.
Agroquímicos
La utilización de agroquímicos en agricultura son altamente perjudiciales para los suelos de los cultivos, dado que afectan negativamente a su capacidad de absorber y retener el agua. Además, conllevan desventajas como la modificación de las condiciones de la tierra, incrementando de este modo el riesgo de desertización.
Cambio climático y calentamiento global
Las actividades humanas, mediante las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y las actividades naturales son las principales responsables originan un aumento de precipitaciones con inundaciones en una determinada región o territorio y largos periodos de sequía y calentamiento e incremento de las temperaturas en otros territorios.
Ciclos climáticos
Los ciclos climáticos, tanto atmosféricos como climáticos, como la falta de precipitaciones, amenazan gravemente la salud del medio ambiente. El fenómeno meteorológico «El Niño», que ocasiona sequías e inundaciones, provocando aumentos elevados de temperaturas a nivel global, podría registrarse antes del mes de septiembre. Los efectos de este fenómeno climático son totalmente opuestos a los de «La Niña» -que ya ha terminado después de tres años consecutivos-, que suele reducir esas temperaturas tan elevadas provocadas por «El Niño».

Las principales consecuencias de la sequía son:

Daños en el hábitat y pérdida de biodiversidad
Cuando los periodos de sequía se prolongan en el tiempo, las consecuencias para la fauna y flora de la Tierra podrían ser letales, llevando a la extinción a miles de especies animales y vegetales.
Desaparición de las tierras de cultivo
Si dichos periodos de sequía son muy extensos en el tiempo, provocaría la desaparición de las producciones agrícolas y las tierras donde pasta el ganado, teniendo un impacto muy grave a la hora de obtener los alimentos necesarios para subsistir tanto para los animales como para los seres humanos y en la economía a nivel mundial.
Suelos áridos
La aridez de los suelos, debido a la erosión y desertificación que sufren con largos periodos de sequía, provoca tormentas de polvo que son muy nocivas para la salud física y mental de los seres humanos que habitan en una determinada región o territorio.
FUENTE: FREEPIK

¿Cómo está afectando a España la sequía?

El mes de marzo de este año 2023 pasará a la historia como el segundo más cálido y seco del siglo XXI en España y el tercero desde el inicio de la serie histórica en el año 1961. Desde el día 7 de marzo hasta el último día de ese mismo mes, España sufrió un prolongado episodio de calor impropio de esa época. Los termómetros marcaron temperaturas de 37´7 ºC en el sur de la isla canaria de Tenerife en los últimos días del mes.

Abril fue el mes más cálido desde que hay registros. El día 28 de ese mismo mes, las temperaturas alcanzaron sus cotas más altas en varias provincias de la Península Ibérica. Las temperaturas más elevadas rozaron los 40 ºC en el suroeste peninsular, cuyo valores son más propios de los meses de junio y julio.

En la actualidad, España se está enfrentando a una grave sequía debido a las elevadas temperaturas y la escasez de precipitaciones. El valor medio de las precipitaciones se ha reducido un 26% desde finales de octubre hasta principios de mayo. Los cultivos y las regiones áridas, antes cubiertas de agua, están sufriendo las terribles consecuencias de la sequía.

La reserva hídrica de España se encuentra al 48´9% de su capacidad total. Los gobiernos están pidiendo encarecidamente a toda la población que hagan un uso razonable del agua, nuestro recurso natural más indispensable para la vida.

Fuente: Redacción Ambientum



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