Rajoy es el primer mandatario occidental en visitar la ciudad, situada a unos 65 kilómetros de la central nuclear que sufrió un accidente, con explosiones y fugas de radioactividad, tras el terremoto del 11 de marzo de 2011.

"Queremos mostrarles que no les olvidamos y confirmarles que nos tienen y nos tendrán a su disposición en el futuro en todo aquello que podamos ayudar para recuperar la plena normalidad", ha dicho allí el presidente del Gobierno, en declaraciones recogidas por Europa Press.

Rajoy ha inaugurado en la ciudad una exposición del artista José María Sicilia y posteriormente ha regresado a Tokio, donde se reunirá con el primer ministro japonés, Shinzo Abe.

Nueva fuga de agua radiactiva

La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) informó este miércoles de que ha hallado otro punto de fuga en los tanques construidos alrededor de la central nuclear de Fukushima-1 para almacenar el agua radiactiva que se utilizó para enfriarla tras el desastre natural.

Los operarios de TEPCO han descubierto que el agua radiactiva se está filtrando desde la parte superior de uno de los tanques del reactor cuatro, donde han detectado niveles de radiación de 200.000 becquerelios por litro, cuando el límite legal es de 30.

La compañía eléctrica ha indicado que está segura de que el agua radiactiva ha traspasado los sistemas de seguridad y se ha filtrado al subsuelo y ha apuntado que, probablemente, también ha llegado al océano Pacífico, según la televisión pública NHK.

El pasado 8 de agosto, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón reveló que diariamente se vierten al subsuelo 1.000 toneladas de agua desde la central nuclear, de las cuales unas 300 contienen sustancias altamente radiactivas que llegan al Pacífico.

Desde entonces, las fugas de agua radiactiva no han cesado y han hecho que en el último mes los niveles de radiactividad en Fukushima-1 se hayan disparado hasta picos de 130.000 becquerelios por litro, capaces de matar a una persona.

TEPCO sospecha que las fugas radiactivas se deben al desgaste de la resina que une las placas de acero que forman los tanques, a pesar de que se trata de un compuesto especial, precisamente, para evitar la permeabilidad.

Plan Gubernamental

En este contexto, el primer ministro, Shinzo Abe, ha anunciado que este mes pondrá en marcha un plan valorado en 21.000 millones de yenes (160 millones de euros) que recupera la vieja idea de congelar el suelo alrededor de los cuatro reactores dañados de Fukushima-1.

Las pruebas de viabilidad comenzarán en el reactor cuatro, en cuyo subsuelo se construirá un entramado de tuberías a las que se inyectará cloruro de calcio a menos 40 grados celsius para congelarlas, encerrando una superficie subterránea de diez metros cuadrados.

Se espera que el "muro helado" esté operativo hacia el próximo mes de marzo. Si funciona, los operarios de TEPCO construirán otros alrededor de los reactores uno, dos y tres de Fukushima-1. El proyecto estaría completado hacia 2015.

La Autoridad Reguladora de la Energía Nuclear (NRA), por su parte, ha decidido elevar del uno –que indica una "anomalía"– al tres –que indica un "grave incidente"– el nivel de alerta por las fugas de agua radiactiva desde Fukushima-1.

Además, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha expresado su preocupación por las fugas de agua radiactiva desde Fukushima-1 y ha ofrecido al Gobierno de Japón su ayuda para resolver este problema.



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