Las olas de calor pueden tomar por sorpresa a los gobiernos, como se ha visto recientemente en Pakistán e India, donde ya han ocasionado más de mil víctimas mortales. Sin embargo, esto podría ser cosa del pasado gracias a un nuevo sistema de alerta, han asegurado expertos de salud de Naciones Unidas.

Lanzado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), este nuevo manual provee una guía a los gobiernos para abordar los riesgos de la salud que plantean estas situaciones y crear planes de prevención y sistemas de alerta.

“Las olas de calor son un fenómeno natural peligroso que cada vez requiere más atención”, señalaron los organismos en un comunicado conjunto.

Si bien no tienen el carácter espectacular ni la violencia repentina de otras amenazas, como los ciclones tropicales o las inundaciones repentinas, sus repercusiones pueden ser graves, alertaron.

Según cifras de la ONU, las olas de calor se han vuelto cada vez más frecuentes en los últimos 50 años. A causa del cambio climático, su frecuencia, intensidad y alcance podrían aumentar a corto plazo.

El calor excesivo puede causar desde deshidratación, insolación y mareo a problemas cardiovasculares y trombosis. Pero además del impacto en la salud, las olas de calor también ejercen mayor presión sobre las infraestructuras de energía, agua y transporte.

Los riesgos se pueden reducir mediante este sistema de alerta temprana, aseguran la OMM y la OMS. Esa información puede ser utilizada por las autoridades, los servicios de salud y el público para actuar de manera oportuna.



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