Con un guiño hacia el público joven que se congregó en el Palacio de Congresos de la localidad marbellí a los que calificó como "líderes del mañana", Annan inició una alocución centrada en la defensa del planeta cuya biodiversidad corre peligro debido a los efectos del cambio climático y su incidencia sobre la economía, la subsistencia humana y el medio ambiente.

Annan reconoce que el vino es un cultivo "especialmente sensible al cambio climático pero ofrece una plataforma altamente interesante para abrir un debate más amplio". En esa línea reconoce el esfuerzo del sector vitivinícola que "no solo es consciente del problema sino que se preocupa, además, de los posibles efectos sobre los cultivos, la cadena de producción y los costes del mismos".

A medida que crece la población, asegura Annan, se agrava nuestra "huella global" debido al aumento de demanda sobre recursos naturales, alimentos y energía. "El efecto del cambio climático no sólo afecta al medio ambiente sino que es una amenaza global e integral para nuestra seguridad, nuestra salud, el suministro de alimentos y la estabilidad social" afirma el mandatario que confiesa al mismo tiempo que "todavía no entendemos plenamente las consecuencias de nuestra huella ecológica, la que hemos creado ni tampoco sabemos cómo vamos a enfrentarnos a los problemas que se plantearán en el futuro"

En este punto el ex Secretario General de Naciones Unidas se detuvo a analizar cuáles son las amenazas que acarrea el cambio climático y de qué forma el calentamiento global hará mella en nuestra vida. Annan vaticina que el cambio supone una amenaza contra nuestra salud ya que "en un clima más cálido las enfermedades infecciosas se propagan a más velocidad y en más regiones"; también es una amenaza contra el suministro de alimento "ya que el aumento de las temperaturas y sequía prolongada incapacita a las zonas fértiles para pastoreo como cultivo" y es, por último, una amenaza para la paz y la seguridad ya que "el cambio de patrones en pluviometría puede incrementar la competición por recursos e iniciar tensiones potencialmente desestabilizadoras y migraciones, en especial, en regiones frágiles y zonas volátiles".

No podemos olvidar, afirma Annan, que esta tragedia "tiene una cara humana" y por eso "debemos ayudar a empoderar a los pobres y vulnerables con las herramientas necesarias (..) y asegurarnos de que este problema ocupe una posición predominante en la agenda política y global".

"En la lucha contra el cambio climático tiene que haber justicia climática". Esto significa que los países más ricos que emiten más emisiones per cápita tienen que pagar por lo que contaminan "y no solo pagar los pobres y más vulnerables de este mundo", defiende Annan, que advierte de la necesidad de instaurar un sistema igualitario que no perjudique a los países con menos recursos.

Frente a los que se quejan de los costes asociados al cambio climático, Annan recuerda que los "costes de preparación y prevención son muchos menores que los gastos ocasionados por los desastre naturales, la pérdida de alimentos y la degradación medioambiental" y se muestra confiado sobre la posibilidad de que "en el futuro tengamos la capacidad para crear un marco que nos ayude a generar más energía limpia y que seamos capaces de implantar una producción verde o limpia".

"No quiero decir aquí que la solución está solo en la cooperación internacional, el sector privado también debe seguir los pasos y enfrentarse a este cambio climático y sus consecuencias" sostiene Annan que rechaza que la lucha contra este fenómeno recaiga exclusivamente sobre los gobiernos y las organizaciones internacionales.

En su opinión, "los cambios en el comportamiento de las empresas, en las formulas de inversión privadas va a tener que ser igualmente tan importante para ganar batalla contra el cambio climático como la acción directa adoptada por los gobiernos" y aquí se abren "grandes oportunidades para avanzar en el desarrollo y que nuestras sociedades encuentren un camino más sostenible en el futuro".

Reducir emisiones

La reducción de emisiones, afirma Annan, "no significa que necesariamente vaya acompañada de bajo crecimiento o que se ahoguen en las aspiraciones de crecimiento de países en vías de desarrollo", todo lo contrario ya que "el "verdeo" de la economía global puede ser tan importante en la transformación como fue la revolución industrial en el pasado".

Este fenómeno "ofrece grandes oportunidades para la empresa para actuar valientemente como una visión amplia" ya que aquellas corporaciones que se adapten "serán los ganadores del mañana", recalcó Annan.

Así, insta a las empresas a que incluyan en sus políticas medidas de reducción de gases invernadero o mediante inversiones productivas en nuevas tecnologías verdes "que puedan ser compartidas por países en vías de desarrollo". Es crucial que el sector privado "cambien su planteamiento y gestionen estos temas" ya que deben entender que "no es un simple un tema de desarrollo sino una gran oportunidad para crear y abrir nuevos mercados".

En opinión de Annan, "el sector privado puede y debe tomar una visión a largo plazo, buscar nuevas fuentes de energía y enfrentearse a cambio climático."

"Estoy seguro de que existen oportunidades para crear nuevos mercados, alentar crecimiento largo plazo, generar ingresos sostenibles menos sujetos a la incertidumbre por los efectos externos negativos que muchas veces acompañan esa búsqueda del beneficio a corto plazo" asegura el ponente.

Anna considera que este fenómeno ha ganado la atención política "que se merece" pero aún faltan, en su opinión, "las acciones efectivas para enfrentarnos a este gran problema" de ahí que haga un llamamiento al sector privado ya que "la mitigación y adaptación requiere inversión e innovación, ambos elementos que solo puede proporcionar el sector privado en los niveles necesarios".

"La polución tiene un coste y debe ser asumida por aquellos que la producen" ya que afecta a los habitantes de todo el planeta, afirma el dirigente, que en su intervención animó a los asistentes a volverse "más verdes" y cuidar cómo hacen uso de los recursos hídricos, consumen energía, transportan las mercancías o empaquetan sus productos para la venta.

Por último, Annan hizo un alegato a favor del "pacto global" o "global compact" para aunar esfuerzos y que "la globalización no solo acarree efectos negativos sino efectos positivos para todos" al tiempo que instó a los miembros de la industria vitivinícola a "invertir en innovación" y desarrollar nuevos cultivos que se adapten a los nuevos tiempos y la amenaza del cambio climático. "Cada uno de nosotros podemos hacer algo, pequeños esfuerzos obtienen grandes resultados, les urjo y les pido que tomen esta palabras en cuenta" concluye.



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