Los resultados de su trabajo, recogidos en dos artículos publicados en la revista Biogeosciences, son el fruto de una serie de ocho campañas oceanográficas realizadas entre 2007 y junio de 2012.

“Resolver el papel del plancton del Ártico como sumidero o emisor de CO2 a la atmósfera es de una enorme importancia para establecer el papel de esta región del planeta en el equilibro de carbono de la biosfera. Además, ha exigido trabajar en condiciones muy duras, con campañas en la oscuridad completa del invierno Ártico y a temperaturas por debajo de – 40°C”, explica el investigador del CSIC Carlos Duarte, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados.

Alteración del metabolismo

Según el primero de estos estudios, cuando finaliza el oscuro invierno ártico y la capa de hielo comienza a disminuir, la proliferación de plancton fotosintético en primavera es capaz de producir suficiente materia orgánica para alimentar a la cadena trófica durante el resto del año. De esta forma, el Océano Glaciar Ártico ejerce con carácter anual como un sumidero de CO2.

El segundo estudio concluye que el calentamiento global puede alterar ese equilibrio. Los experimentos llevados a cabo en las islas Svalbard (Noruega), a 78° Norte, indican que el plancton se convierte en una fuente de dióxido de carbono a la atmósfera cuando la temperatura excede de 5°C. Según las estimaciones el sector Europeo del Ártico alcanzará esa temperatura en las próximas décadas.

“La subida de temperatura aumenta la respiración del plancton, lo que hace que la respiración prevalezca sobre la fotosíntesis y el plancton se convierta en un emisor de CO2 a la atmósfera. Además, el plancton cambia a formas de menor tamaño, que se descomponen más fácilmente”, añade la investigadora del CSIC Johnna Holding.



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