La vicepresidenta del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Pamela Cox, consideró hoy que los países emergentes, como Sudáfrica e India, son «parte de la solución» de la mitigación del cambio climático. América Latina puede hacer una aportación «fundamental» en este proceso porque concentra el 50 por ciento de los bosques tropicales del mundo y el 65 por ciento de su biomasa.

En declaraciones a los periodistas en el IV Congreso Mundial de la Naturaleza que se celebra en Barcelona, Cox defendió que la crisis económica «tiene que enseñar al mundo a trabajar juntos» para conseguir mitigar el cambio, un proceso en el que los países emergentes tienen que tener «más responsabilidad» y sentarse en la mesa con el resto.

Además de favorecer la mitigación del cambio climático, preservar los bosques tropicales de América Latina ha de permitir proteger la biodiversidad y reducir el dióxido de carbono. En esta región también se encuentran cinco de los diez países con mayor diversidad biológica del planeta –Brasil, Colombia, Ecuador, México y Perú– y la zona geográfica con más biodiversidad: la vertiente oriental de la cordillera de los Andes.

En la región existen varios programas de eficiencia energética que podrían expandirse, con potencial para mejorar la eficiencia de los sectores de la industria, el transporte y la energía. Además, el bioetanol de caña de azúcar que se produce en Brasil es el biocombustible más competitivo del mundo.

La matriz energética de estos países es más limpia que la de otras regiones del planeta porque tiene una sólida base de energía hidroeléctrica y su dependencia del carbón es relativamente baja, además es líder mundial en transporte sostenible.

CONSECUENCIAS «DEVASTADORAS»

El Banco Mundial prevé que América Latina sufra consecuencias «devastadoras» para el medio ambiente y la economía, algunas de las cuales ya se están notando. Los glaciares andinos están retrocediendo y podrían desaparecer por completo en los próximos 10 ó 20 años, y la disminución de arrecifes de coral está devastando la economía de las islas del Caribe.

El tamaño del bosque tropical amazónico podría disminuir entre el 20 por ciento y el 80 por ciento a causa de un aumento de temperatura de entre dos y tres grados. Se espera un aumento de las enfermedades, proceso que ya se ha detectado en Colombia con el paludismo.

Ante esta perspectiva, los países de la región ya están tomando medidas para detener el calentamiento global y mitigar sus efectos, como la desalinización por medio de energía eólica, el fortalecimiento de la infraestructura costera, recuperación de arrecifes de coral y un plan a prueba de fenómenos meteorológicos en parques naconales de San Vicente y las Granadinas.

También se realizan proyectos de adaptación en agua energía y agricultura en los Andes, y una red de supervisión del clima en el Caribe, en cuencas glaciares de los Andes y en los páramos colombianos que recibe el apoyo del Banco Mundial. La única condición que pone el organismo es que los fondos se utilicen para su finalidad.



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