El año del Tigre, de acuerdo al calendario lunar chino terminó oficialmente ayer. La Cumbre Internacional del Tigre, celebrada el pasado mes de noviembre en en San Petersburgo (Rusia) marcaba un hito en la historia de la conservación. Era la primera vez que un encuentro mundial trataba exclusivamente sobre la necesidad de salvar de la extinción a una especie en concreto.

Este "gabinete de crisis" daba como resultado el Programa Global de Recuperación del Tigre (GTRP de sus siglas en inglés), una colaboración entre 13 países y varias organizaciones internacionales, lideradas por WWF, cuyo principal objetivo es doblar el número de tigres salvajes para el próximo Año del Tigre, en 2022.  

Mike Balzer, Responsable de la Iniciativa Tigres Vivos de WWF expresaba así su entusiasmo con los resultados de la Cumbre: "El plan de recuperación es un gran impulso para la conservación de los tigres, pero es sólo el comienzo. Tenemos que unir los países donde habitan los últimos tigres y a nuestros socios en todo el mundo, para garantizar el impulso de la Cumbre y que los logros de conservación alcanzados en el ultimo año se mantengan y consoliden en los años venideros".

Hace tan sólo un siglo, más de 100.000 tigres corrían libremente por todo el continente asiático, desde los trópicos hasta el polo. Cien años más tarde su población ha descendido hasta tan sólo 3.200 ejemplares y han perdido el 83% de su territorio. Desde los años 40, tres especies han sido cazadas hasta su total extinción: tigre del Caspio o persa (Panthera tigris virgata), de Bali (Panthera tigris balica) y de Java (Panthera tigris sondaica). De otra especie más, el tigre de Xiamen, en China, tan sólo sobreviven unos 50 ejemplares en reservas y zoológicos.

Desde que en noviembre los gobiernos asiáticos acordaran compromisos firmes, tanto políticos como económicos, para salvar al tigre, se ha observado un gran progreso:

  • Rusia prohibe la tala de pino de Corea en el extremo sureste del país, en la frontera con China, hábitat del amenazadísimo tigre de Amur, del que tan sólo quedan unos pocos cientos de ejemplares cuyas poblaciones, además, se encuentran aisladas unas de otras.
  • Malasia publica una nueva ley de conservación de la vida salvaje en la que se incrmentan las sanciones económicas y de cárcel para crímenes contra la naturaleza. El furtivismo y el comercio ilegal de tigres reciben la máxima pena.
  • India anuncia la puesta en marcha de la reserva de tigre de Sahyadri, lo que eleva a 39 las reservas para el felino, y el desarrollo de otras 8 nuevas.
  • El Ministerio de Bosques de Indonesia ha comenzado una moratoria en la conversión de bosques vírgenes y de bosques pantanosos en la isla de Sumatra durante los próximos 2 años para asegurar la supervivencia del tigre de Sumatra, la especie más amenazada por la pérdida de hábitat. 
  • Camboya ha designado el Bosque de Selma como área protegida, creando así una zona vital para la recuperación de los tigres dentro del complejo de áreas protegidas del este del país. 
  • Creación de la Red Sudasiática de Impulso a la Vida Salvaje (SAWEN), encargada de reforzar las medidas anti furtivismo y comercio ilegal en los países de Bangladesh, Bután, India y Nepal. 
  • WWF asiste al gobierno de Nepal para el primer traslado de un tigre herido a su nuevo hogar en uno de los primeros parques nacionales del país. 
  • Varias empresas que operan en países del ámbito de distribución del tigre, como Hewlett Packard o Tetra Pak, cooperan con los objetivos de conservación de WWF, adoptando compromisos firmes en sus prácticas empresariales que incluyen al freno a cualquier impacto que afecte al hábitat natural de estos felinos, así como su restauración. 

El año 2011 ha sido declarado por las ONU como Año Internacional de los Bosques. Este hecho supone una gran oportunidad para enlazar la recuperación del hábitat del tigre, con los esfuerzos mundiales de conservación de la biodiversidad.



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