La ONG científica y conservacionista presenta los resultados del programa Sacre, que estudia la tendencia de las poblaciones de las aves en primavera y recoge las series estadísticas acumuladas desde 1998.

Además de la información obtenida para 125 especies para las que ha sido diseñada específicamente la metodología, se han obtenido datos de 28 especies más, lo que supone que sabemos lo que les ocurre a 153 especies.

También se ha estudiado qué ocurre de forma conjunta a las poblaciones en las distintas regiones bioclimáticas en las que puede dividirse España, siendo la correspondiente a la mediterránea norte (que comprende a grandes rasgos Castilla y León, sur de Aragón y parte de La Rioja, Guadalajara, Cuenca y Madrid), la que presenta los resultados más negativos.

Especies en declive

Entre las poblaciones de especies que más preocupan están: alcaudón real, codorniz común, grajilla occidental, mochuelo europeo, calandria común y curruca rabilarga y tórtola común.
 
El detonante de este declive puede ser una suma de factores, algunos aún desconocidos, pero seguramente uno de los más graves sea la pérdida del pastoreo extensivo, que favorecía una estructura del territorio con espacios abiertos y escasos de vegetación con fácil acceso a las presas. La desaparición de esta actividad también ha provocado la escasez de fauna ligada al consumo de excrementos del ganado y la transformación del territorio en ambientes más arbustivos o boscosos por falta de la acción del ganado.

Al margen del descenso que sufren las aves del medio agrícola, es importante destacar la tendencia negativa del gorrión común, que baja más de un 5% desde 1998. Lo mismo le ocurre a esta especie en otros estados de la Unión Europea.

Otro caso paradigmático es el de la golondrina común, que acumula un descenso del 40% respecto a 1998.

Aves que prosperan

Por el contrario, en general, las aves asociadas a medios forestales, excepto el alcaudón común propio de bosques mediterráneos, presentan tendencia positiva, debido al aumento de la masa forestal por el abandono de los medios agrícolas. Hay especies generalistas como la paloma torcaz y la tórtola turca que aumentan de forma acusada seguramente por su capacidad de adaptarse a distintos medios. 
 
Programas de seguimiento

SEO/BirdLife desarrolla diferentes programas para conocer los tres parámetros básicos que establecen el estado de conservación de cada especie según la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza: área de distribución, tamaño de población y evolución de la misma en cada caso.

Las aves son excelentes indicadores del estado de la biodiversidad, no sólo porque las tendencias de sus poblaciones integran muchos factores ecológicos sino también porque están presentes en todos los hábitats, son muy sensibles a los cambios ambientales y son, generalmente, fáciles de muestrear.

Además del programa Sacre de aves en primavera, SEO/BirdLife lleva a cabo otros programas de seguimiento que permiten tener una completa radiografía de la avifauna de España. Con el programa Sacin se complementa la información de la evolución de las poblaciones de aves en invierno y con el programa Noctua, el de las aves nocturnas. Gracias al programa Aves y Clima conocemos también muchos datos fenológicos de nuestras aves como las primeras llegadas de golondrinas, abejarucos y vencejos.

Labor fundamental de los voluntarios

El programa Sacre funciona a escala europea. Cada país aporta sus datos que sirven como indicador del estado en el que se encuentra cada especie y con ello se obtiene un índice europeo de cambio para cada una. Además, el cambio ocurrido en las aves ligadas a medios agrícolas es reconocido por Eurostat como uno de los indicadores de calidad de vida al mismo nivel que otras variables como la calidad del aire, el consumo de energía o las emisiones de carbono lo que permite hacerse una idea del valor que la UE concede a las aves como indicadores del bienestar de la sociedad.



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