WWF pide al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que no ejecute el proyecto en Matalascañas y ponga en marcha medidas globales para el estuario y el golfo de Cádiz, entre las cuales esté la retirada del proyecto de dragado de profundización del Guadalquivir.

El proyecto de la Dirección General de la Sostenibilidad de la Costa y el Mar del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para aportar 10.000 metros cúbicos de arena a la playa de Matalascañas, no servirá, a juicio de WWF, para regenerar la misma y solucionar los problemas de regresión que sufre desde hace años.

Este tipo de medidas puntuales y que no atacan las causas del problema ya han mostrado su ineficacia en muchas ocasiones, por lo que WWF pide soluciones que permitan recuperar la costa a largo plazo y no sólo con carácter temporal.

WWF considera que esta actuación no es una solución sostenible al problema de regresión de las playas en esta zona de la costa onubense, ya que no afronta el principal origen del problema: la reducción en los aportes sedimentarios, tanto de los ríos de la zona occidental de Huelva, como del Guadalquivir. El mal estado del principal río andaluz ha conllevado una reducción de sus aportes sedimentarios y un cambio la morfología del estuario y la costa.

Los estudios científicos de la “Propuesta metodológica para diagnosticar y pronosticar las consecuencias de las actuaciones humanas en el Estuario del Guadalquivir” elaborada por el CSIC y las universidades de Granada y Córdoba, demuestran que el mal estado del Guadalquivir y su estuario están en el origen de la regresión de una buena parte de la costa en el golfo de Cádiz.

Este estudio advertía, por ejemplo, que la progresiva reducción de caudales del Guadalquivir causada por la derivación para el riego en su cuenca, da lugar a un menor transporte sedimentario, lo que ha originado cambios en la costa.

Esta situación se agravaría de llevarse a cabo el proyecto, el proyecto “Actuaciones de Mejora en Accesos Marítimos al Puerto de Sevilla” (conocido como “dragado del Guadalquivir”), promovido por la Autoridad Portuaria de Sevilla, a día de hoy a día de hoy, la mayor amenaza sobre el estuario del Guadalquivir, las costas del Golfo de Cádiz y el Espacio Natural de Doñana.

Asimismo, el posterior dictamen de la Comisión Científica para el Estudio de las Afecciones del Dragado del Río Guadalquivir advertía que la profundización del dragado del Guadalquivir, la modernización de regadíos del arrozal, la mayor derivación de caudales del Guadalquivir o los resguardos en Bonanza, tendrían efectos negativos y ninguno positivo para todos y cada uno de los subsistemas del estuario y de su mar litoral en el Golfo de Cádiz.

Teniendo en cuenta los datos científicos existentes, WWF considera que la resolución de los problemas de regresión que sufre la costa han de ser abordados de forma integral junto a las soluciones para el estuario del Guadalquivir. Las acciones voluntaristas de carácter aislado no sólo no pondrán fin a los problemas de erosión de las playas, sino que pueden trasladar el problema hacia otras zonas litorales, por lo que es necesario actuaciones coordinadas entre las diferentes administraciones dentro de un plan global para el estuario del Guadalquivir.

Por último, WWF entiende prioritario el asegurar los caudales de agua dulce al Guadalquivir y recuperar con ellos los aportes sedimentarios necesarios para la regeneración natural de la costa, al tiempo que se pone fin a los proyectos que afectarían negativamente al estuario y el litoral del Golfo de Cádiz: el dragado de profundización del Guadalquivir o la modernización del arrozal tal y como está planteada actualmente. Hay que advertir además que el problema de la costa onubense se verá agravado con la subida del nivel del mar debido al cambio climático, por lo que se debe trabajar con visión de futuro y no sólo para resolver el problema con carácter puntual.



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