Mediterrània-CIE presentó ayer las conclusiones del proyecto “Conoce el litoral”, realizado con la colaboración de voluntarios de la entidad y con el apoyo del programa VOLCAM de Ayuda al Voluntariado Ambiental, de la obra social de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). El estudio de tres espacios del litoral tarraconense: el Miracle de Tarragona, la Pineda de Vila-seca y el Regueral/ Prat d’En Forés de Cambrils pone de manifiesto algunos problemas comunes como la erosión, la alteración de los hábitats y la reducción de la biodiversidad. Este estudio es la primera fase de un proyecto más ambicioso que la entidad ecologista quiere realizar en todo el litoral de la Costa Daurada.

El impacto de las infraestructuras costeras (sobre todo las escolleras y espigones artificiales); los efectos del urbanismo (construcciones a primera línea de costa y grandes núcleos de población asociados al litoral); la masificación turística estival; la contaminación (2 polígonos industriales petroquímicos, emisarios submarinos de aguas industriales y emisarios submarinos de aguas residuales urbanas) y la presencia de especies invasoras son las principales responsables de esta afectación progresiva del litoral tarraconense.

La erosión del litoral es uno de los principales problemas que afecta a los espacios estudiados. El efecto de los espigones artificiales construidos en territorio marino interrumpe y modifica la dinámica de los sedimentos y de las corrientes de la costa. Dicho efecto se agrava a causa de la desaparición de las praderías submarinas de fanerógamas marinas como la posidonia. La playa de la Pineda es el lugar en el que más evidente se hace este problema, ya que el mar arrastra la arena de la playa y casi cada año hay que regenerarla total o parcialmente.

La alteración de los hábitats y la reducción de la biodiversidad es otra constante en las playas tarraconenses estudiadas. La destrucción directa y la degradación de los humedales y del fondo marino han provocado la alteración y la modificación de los hábitats y de los ecosistemas del litoral. Las praderías de Posidonia pueden albergar en torno a 4.000 especies, pero la masificación turística estival, la destrucción del litoral y del fondo marino y la contaminación de las aguas, ha provocado su desaparición en gran medida. De los tres espacios litorales estudiados, sólo quedan restos de posidonia en la playa de Cambrils, que es la que presenta el mejor índice de biodiversidad, gracias sobre todo, a la mejor conservación del fondo marino.

Mediterrània-CIE ha editado una guía impresa con los resultados de este proyecto con el doble objetivo de dar a conocer a la población las problemáticas medioambientales que se encuentran presentes a lo largo de la zona estudiada, pero también las especies que se conservan y que es necesario que la población conozca para intentar preservarlas.

Los resultados de este estudio también se enviarán a las diferentes administraciones (local, autonómica y estatal) ya que el grupo ecologista considera que la planificación territorial tiene una importancia relevante en el futuro económico y social de la Costa Daurada, de manera que los responsables de las diferentes administraciones deberían desarrollar modelos sostenibles medioambiental y socialmente.

Aunque el diagnóstico de los espacios estudiados no invita al optimismo, Mediterrània-CIE espera que las zonas más al norte y más al sur de la zona estudiada se encuentren en mejor estado de conservación debido a la menor concentración industrial y turística.



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