Científicos del CCMAR (Universidad del Algarve) y de Oceana han hallado abundancia de basura en el cañón de San Vicente, situado al suroeste de Portugal. En un artículo científico[i], los autores analizan tres inmersiones y señalan la existencia de 115 restos, la mayoría artes de pesca. Este tipo de residuos se degrada con dificultad  en zonas profundas y es previsible que su cantidad vaya en aumento.

“En esta región, la pesca es una actividad bastante importante desde el punto de vista socioeconómico. Lo que observamos en el cañón de San Vicente es semejante a lo descrito en otras zonas del globo donde la pesca es la principal actividad. Lamentablemente, los métodos de control y minimización de pérdidas de artes de pesca son ineficaces en la actualidad. Los efectos a largo plazo de cómo afectan las artes perdidas y otros tipos de basura marina a las comunidades bentónicas todavía son poco conocidos, particularmente en las zonas más profundas del océano. Estos hábitats profundos, muchos de ellos aún poco estudiados, albergan especies sensibles de crecimiento lento que pueden ser bastante vulnerables a las perturbaciones”, declara Frederico Oliveira, investigador del CCMAR.

El cañón de San Vicente se encuentra a 12 kilómetros de la costa portuguesa, frente a Sagres, y mide 120 kilómetros de largo. El estudio publicado en Marine Pollution Bulletin se basa en tres inmersiones de ROV (robot submarino) realizadas en 2011, entre 93 y 553 metros de profundidad. En total, los científicos han analizado más de nueve horas de grabaciones.

“Prácticamente 9 de cada 10 residuos hallados en el cañón de San Vicente son cabos y redes abandonadas. Esto resulta muy preocupante, ya que se fabrican con materiales sintéticos resistentes y los procesos de degradación son muy lentos en las zonas de profundidad. Por ello, o se adoptan medidas para evitar la pérdida de artes de pesca o la cantidad de basura irá aumentando en los próximos años”, afirma Ricardo Aguilar, director de investigación de Oceana en Europa.

Casi un tercio de todos los residuos documentados recubrían parte del fondo o afectaban directamente a la fauna, con numerosos casos de corales, gorgonias, erizos y crinoideos enredados en artes de pesca perdidas. Aparte, destaca que el 80,8% de los hallazgos se realizaran en zonas rocosas. Los residuos se enganchan con más facilidad en esta clase de fondos, que son los que albergan mayor biodiversidad porque actúan de sustrato donde se fijan organismos como corales y esponjas.

Oceana y el CCMAR han colaborado en anteriores ocasiones. En 2012, científicos de este organismo se embarcaron en una expedición del Oceana Ranger y contribuyeron al hallazgo de un campo de crinoideos frente al Algarve, un tipo de hábitat en el que suelen reproducirse diversas especies de peces. También se ha trabajado conjuntamente en la descripción de los fondos marinos del Banco de Gorringe y de comunidades de corales en el sur de la Península Ibérica.   

[i] Oliveira, F., et al. Marine litter in the upper São Vicente submarine canyon (SW Portugal): Abundance, distribution, composition and fauna interactions. Mar. Pollut. Bull. (2015), http://dx.doi.org/10.1016/j.marpolbul.2015.05.060



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