WWF presentó ayer los resultados de su nuevo proyecto MedTrends. 

La organización ha evaluado el estado actual de los diez sectores económicos más importantes del Mediterráneo y golfo de Cádiz. 

Un completo análisis que mide también las tendencias para 2020 y 2030, así como el riesgo de nuevos impactos

WWF también ha desarrollado una herramienta online con las claves que garantizan un futuro para una de las regiones con mayor diversidad marina del Planeta, con unas 17.000 especies habitando en sus aguas.

 Europa se enfrenta a nuevos retos a la hora de proteger uno de sus “activos” económicos más valiosos, el Mediterráneo. El crecimiento previsto en los próximos años del turismo, el tráfico marítimo, la acuicultura o la búsqueda de hidrocarburos requieren medidas para ordenar estos usos y conseguir que este mar siga conservando su enorme riqueza biológica.

  De hecho, el gran desafío para esta cuenca durante los próximos años será el “crecimiento azul”. WWF recuerda que, sin una visión a largo plazo basada en el ecosistema y el desarrollo sostenible, el Mediterráneo no será capaz de seguir sosteniendo la economía y el bienestar de los países europeos de la cuenca.  

Los cálculos de WWF estiman que este mar genera valor por 100.000 millones de euros y crea unos 7 millones de empleos.

Las actividades marítimas están creciendo de manera exponencial y se prevé que sigan desarrollándose en los próximos 20 años. Una consecuencia de esta expansión es un aumento de la competencia por los recursos y el espacio, lo que se traducirá en mayor presión sobre un ecosistema ya estresado. De ahí que el trabajo coordinado y planificado a largo plazo en toda la cuenca deba ser una prioridad. 

 Esto es lo que se desprende de MedTrends, un estudio dirigido por la iniciativa mediteránea de WWF y liderado por WWF Francia, que abarca ocho países: Chipre, Croacia, Francia, Italia, Grecia, Malta, Eslovenia y España. 

Un informe que ofrece por primera vez una visión global de la situación de los principales sectores económicos. MedTrends analiza, ilustra y cartografía su estado actual, las tendencias futuras de desarrollo -hasta 2030-, sus interacciones y los potenciales impactos ambientales que generan.  

 El proyecto MedTrends combina el análisis espacial con un análisis económico más amplio. Su objetivo, ayudar a identificar las interacciones y los conflictos entre el desarrollo del sector y la protección de los ecosistemas marinos.  

 Según WWF, no es sorprendente que el único sector que muestra una tendencia a la baja es la pesca profesional. Hoy más del 90% de las poblaciones de peces están sobreexplotadas y la tendencia de otros sectores que tienden a crecer, como la minería marina y la búsqueda de petróleo y gas, tendrá efectos negativos sobre las pesquerías.  

 Los conflictos por el espacio surgirán, por ejemplo, entre el turismo (el sector más importante para la economía mediterránea, con una previsión de 500 millones de turistas en 2030) y la acuicultura, ya que ambas actividades se desarrollarán en la costa, con los proyectos de exploración de hidrocarburos (como ya ha pasado en Baleares), o entre estos últimos  y las energías renovables. 

 Si no cambia nada, el desarrollo de las actividades humanas en el Mediterráneo es insostenible a medio plazo. La única manera de asegurarse de que el mar continuará siendo una fuente de riqueza es a través de una gestión integrada del espacio marítimo”, apunta José Luis García Varas, Responsable del Programa Marino de WWF. 

"Para conseguir una economía sostenible en el Mediterráneo, las industrias, los gobiernos, la sociedad civil y todas las partes interesadas deben compartir un enfoque que concilie el crecimiento económico y la gestión de los recursos basada en el buen estado de los ecosistemas", añade García Varas. 

 "La Unión Europea debe desempeñar un papel crucial. Las herramientas existen sobre el papel, como es la Directiva sobre la ordenación del espacio marino de julio 2014”, señala Óscar Esparza, coordinador de MedTrends en WWF España. "Sin embargo, aún queda mucho por hacer. La aplicación de esta Directiva exige una visión compartida y ambiciosa para el futuro del espacio marítimo mediterráneo, teniendo en cuenta diferentes escalas espaciales y contar con la protección y conservación de la biodiversidad y ecosistemas como piedra angular. De lo contrario, será imposible alcanzar los objetivos ambientales fijados por la Comisión Europea, que ya se encuentran en grave riesgo ", añade Esparza.

 A pesar de los incentivos para apoyar el crecimiento azul, antes de MedTrends ha habido poca información sobre las tendencias futuras de los sectores marítimos, y cómo podrían afectar, positiva o negativamente, a los ecosistemas marinos. 

El análisis de WWF, las soluciones y recomendaciones que se apuntan ayudan a llenar este vacío y son una contribución a una gestión más integrada y eficaz del espacio y los recursos del Mediterráneo", concluye Esparza.



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