El pasado 6 de noviembre de 2013 la Comisión Europea (CE) trasladó este asunto al Consejo de Ministros que tiene hasta al 8 de febrero para pronunciarse. En este proceso la CE comete el mismo error de procedimiento que con la autorización de la patata Amflora de BASF (tenía que haber enviado el dossier al comité de expertos de los Estados miembro y no al Consejo) con la que se estrenó esta Comisión en 2010, cuya autorización fue anulada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea el pasado día 13 de diciembre precisamente debido a este error de procedimiento.

A pesar de ello, puede que el proceso siga adelante, por lo que las organizaciones sociales han decidido enviar una carta al ministro Cañete.

Esta variedad de maíz transgénico de Pioneer, conocido como maíz 1507, presenta dos modificaciones genéticas que le permiten producir una toxina para combatir el taladro del maíz y a la vez ser tolerante al herbicida glufosinato. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) solo ha evaluado el riesgo del insecticida, pero no ha estudiado los impactos de la tolerancia al herbicida glufosinato, una sustancia clasificada como de toxicidad aguda en la Unión Europea.

Tanto es así que la Comisión dio como plazo máximo a los Estados miembro el 13 de noviembre de 2013 para modificar las autorizaciones de uso del glufosinato donde se reflejan ahora las medidas más restrictivas que tienen como objetivo reducir su uso, que deberá estar prohibido en la agricultura en 2017.

Además, en la evaluación parcial de los riesgos de este maíz la EFSA reconoció que presenta una amenaza para mariposas y polillas, pero que no ha investigado los efectos que puede tener en otros importantes polinizadores, como las abejas.

Después de 15 años desde que se empezaron a cultivar transgénicos en la UE, España sigue siendo el único país que los cultiva a escala comercial, pese al rechazo mayoritario de la ciudadanía europea que no los quiere ni en su plato ni en el campo. Sí se autoriza el maíz transgénico 1507 no hay duda de que los campos españoles serán los primeros en ser invadidos, puesto que cada vez son más los países europeos que no autorizan su cultivo y entre ellos están potencias agrícolas como Francia o Alemania, lo que demuestra que los transgénicos no son necesarios.

Es más, recientemente un informe de la Universidad de Cantebury, Nueva Zelanda, mostraba que la agricultura en una Europa sin transgénicos es mucho más productiva que la agricultura en EE.UU., donde se han adoptado los transgénicos masivamente. El uso masivo de transgénicos en países como EEUU está llevando a preocupantes problemas agronómicos de aparición de ?super-malas hierbas? (malezas resistentes a los herbicidas aplicados masivamente en los campos trangénicos), y generando impactos ambientales inadmisibles en una agricultura moderna. Se trata de un modelo que no debemos copiar.

Apostar por una agricultura que aplique las técnicas de la agricultura ecológica y que promueva los productos locales y de cercanía es la única vía para garantizar el éxito en un mercado que demanda cada vez más productos sanos y respetuosos con el medio ambiente. España tiene todos los elementos para ser el líder europeo en esta carrera, pero para ello no debe permitir el cultivo de transgénicos.



0 0 votes
Article Rating
Suscribir
Notificar de
guest

0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments