Chile Sustentable, al igual que otros sectores de la comunidad nacional, fue sorprendido y conmocionado por la noticia emitida por Chilevisión la semana pasada, en torno a una cacería irregular de caballos salvajes en la estancia Yendegaia de Magallanes, propiedad de la Fundación del mismo nombre, y que fuera donada al estado chileno por Douglas Thompkins en enero de 2014 para crear un parque nacional en la zona.
Como ONG, hemos constatado que el contrato firmado entre Fundación  Yendegaia y el ex dueño del predio, Miguel Serka, contenía la palabra “cazar”, lo que a nuestro parecer resulta muy desafortunado, puesto que la intención era “relocalizar a los caballos” y no cazarlos, tal como se afirma en el comunicado de la Fundación Yendegaia emitido el sábado recién pasado.

Para nuestra organización, la utilización de la palabra “caza” en un contrato destinado a relocalizar fauna exótica y renaturalizar tierras destinadas a conservación resulta un error grave, puesto que contradice los principios de conservación y bienestar animal que rigen las actividades de protección y conservación de la biodiversidad.

Chile Sustentable, repudia cualquier clase de maltrato animal, y consideramos que la palabra “cazar” en el contrato en cuestión, resultó ser un serio descuido por parte de la Fundación Yendegaia, pues creó conmoción nacional y afectó la credibilidad de las actividades de conservación de la naturaleza.

Valoramos la decisión de la Fundación Yendegaia de terminar con  el  referido contrato, lo cual permitirá  corregir una situación plagada  de equívocos y  distorsiones que afectaba el trabajo de  las organizaciones ambientalistas.



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