Para tomar medidas para controlar el nivel del sonido, se debe considerar siempre que se puede propagar a partir de la fuente tanto por vía aérea como por vía sólida, es decir en forma de vibraciones del medio. Para atacar el problema por orden de preferencia se debe actuar sobre varios puntos:

  • Si podemos escoger la fuente, debemos escoger la máquina, el proceso, etc., que sea más silencioso, procurando que no se degraden sus características de funcionamiento por haber hecho un mantenimiento inadecuado. Por ejemplo, solo escogeremos un motor de combustión cuando un motor eléctrico no sea aplicable y en todo caso el mantenimiento deberá garantizar el funcionamiento correcto dentro de las especificaciones iniciales tanto de potencia suministrada como de los niveles de vibraciones, ruido y otros contaminantes emitidos. En todas las organizaciones de trabajos de obras públicas, tanto por lo que respecta al territorio como a los ciudadanos, se debería optimizar el horario y los equipos que se utilizan.
  • Usualmente, el aislamiento de la fuente es más sencillo para las vibraciones que para el ruido ya que a menudo con una base y unos elementos elásticos adecuados se puede conseguir un buen aislamiento de vibraciones, más aún cuando un aislamiento de ruido puede comportar un cierre de la fuente con un aumento de volumen y de precio y una disminución la accesibilidad notables. Es mejor aislar las vibraciones del motor de un aparato frigorífico que no actuar sobre los paneles de su superficie para evitar que irradien un sonido excesivo. Si la fuente de vibración es un compresor que puede transmitir vibraciones por el cañonazo puede ser adecuado unirlo elásticamente al compresor. En los edificios residenciales, sanitarios, etc., es del todo necesario aislar la maquinaria de los aparatos elevadores, de condicionamiento y de otros servicios.
  • La elección del lugar donde se dispone el foco emisor es muy importante por lo que respecta al territorio, la ciudad, el edificio y el local. Obviamente, es problemático y difícil aislar una autopista que circule descubierta y muy cercana de las edificaciones, o la sala de máquinas de un edificio que está cerca de los dormitorios. También es importante rebajar al máximo el ruido de la fuente en el recinto, lo cual se alcanza revistiendo los paramentos con materiales y soluciones absorbentes. En este caso el poder absorbente de los revestimientos debe coincidir con las frecuencias de emisión del ruido de la fuente. Actuar sobre el camino de transmisión de las vibraciones es una solución difícil, ya que comporta la utilización de materiales y elementos constructivos elásticos que dificulta la rigidez suficiente de los fundamentos y las estructuras. Cuando a la transmisión de sonido, se dispone de una gama más elevada de materiales y técnicas donde realizar la elección de particiones: paredes, techos, ventanas, etc,. A veces se puede singularizar un espacio donde los niveles de sonido y de vibraciones deban ser extraordinariamente bajos, comparados con el entorno y aislamiento del preceptor . Esta situación se presenta por ejemplo en auditorios, estudios radiofónicos, salas de operaciones, etc, y se debe incorporar un aislamiento específico para el espacio receptor.

Por lo que respecta a los asentamientos humanos, es necesario pensar en primer lugar en los estudios pluridisciplinarios referentes a la zonificación. Las mejoras en el impacto ambiental del sonido y las vibraciones a las ciudades, deben referirse a los siguientes aspectos:

  • Disminución del número de vehículos que transiten por la ciudad. Esta se alcanza mediante vías interurbanas perimetrales a la ciudad.
  • Creación de zonas peatonales, con horarios de circulación restringidos para la carga y descarga de mercancías. A menudo se pavimenta con losa u otros materiales de textura rugosa, entonces se debe prever que efectivamente el tránsito por estas áreas sea escaso y lento, porque el ruido de las ruedas de los vehículos puede ser, en caso contrario, muy elevado.
  • Sustituir el asfalto normal por otros de mayor eficacia sonora que permitan reducir hasta a 3dB(A) el ruido de la calle.

En los laterales de las calles, conviene que haya edificios que no generen la forma de la calle en U. Si es este el caso, es mejor que tengan formas retranquejadas, con texturas y materiales de acabados exteriores que entren y sobresalgan de la alineación de la calle con el fin de que el sonido se difonda ampliamente. También es interesante que las calles sean más anchas de arriba que de la base para que el ruido se absorba zenitalmente. Pero lo más interesante es que las fachadas de los edificios tengan revestimientos fonoabsorbentes que deben estar preparados para soportar la intemperie. Los patios de islas se deben tratar como vertederos de islas silenciosas, puede haber una diferencia de más de 25 dB(A) con la calle. Cualquier instalación como por ejemplo las torres de recuperación de las instalaciones de climatización de las plantas bajas se deberían disponer sobre la cubierta del edificio y no en los patios.

Los jardines cercanos a las vías conviene hacerlos a un nivel más bajo, para que el sonido de los vehículos pierda volumen por el efecto de difracción. Se debe cuidar el mobiliario urbano por lo que respecta a la arista de la difracción, buscando que esta sea redondeada en lugar de aguda. En el caso de que haya jardín en el mismo nivel, es mejor separarlo de los viales mediante una vegetación espesa, o mejor aún con taludes de tierra con plantas y árboles.

Las normas para construir edificios deben recoger y exigir un aislamiento de las perturbaciones exteriores de acuerdo con la zona de sensibilidad vibroacústica, de los niveles de inmisión actual y previsible y una mayor exigencia futura en la calidad de vida. Actualmente se debe tener en cuenta la norma NBE/CA-88, que debe cumplir obligatoriamente toda edificación.

Es evidente que el planteamiento de cara al exterior y al interior del edificio para un aeropuerto, una escuela, un restaurante, un auditorio o teatro, un bar musical o una vivienda. En cada caso se debe estudiar un buen programa de funciones. Las funciones aislantes no producen ruido y no requieren silencio , las funciones cojín no producen ruido pero requieren silencio, las funciones ruidosas producen ruido pero no requieren silencio y, en cambio, las funciones críticas producen ruido y requieren silencio. Las fachadas y las particiones. Los elementos de separación han de tener el aislamiento señalado por la norma NBE/CA-88 pero esto no garantiza la confortabilidad sonora del usuario ya que la norma solo recomienda unos niveles de inmisión interior. El nivel medido in situ depende de la superficie del panel separador, de la absorción del recinto receptor, de las transmisiones indirectas, de los agujeros de ventilación, ventanas, puertas, etc. Por esta razón cualquier punto es muy importante.

Los acabados. Los materiales del acabado de paredes, techos y suelos contribuyen a la reverberación de los diferentes locales del edificio, en consecuencia, a su sonoridad.



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