Los residuos biodegradables de jardín, cocina y alimentos representan 88 millones de toneladas de residuos urbanos al año y pueden tener un impacto significativo sobre el medio ambiente. Pero también ofrecen buenas perspectivas como fuente de energía renovable y materiales reciclados.

Por lo tanto se promoverán medidas para liberar ese potencial mediante la mejor utilización posible de la legislación vigente, permitiendo al mismo tiempo a los Estados miembros decidir sobre las opciones más adecuadas a sus respectivas circunstancias. Asimismo serán necesarias iniciativas de apoyo a escala de la Unión.

El Comisario de Medio Ambiente, Janez Potočnik, declaró que "Ya disponemos de un acervo legislativo significativo en materia de biorresiduos en la Unión Europea. Pero con una mejor aplicación y control del cumplimiento de la legislación podemos conseguir aún más beneficios de los biorresiduos. Esto no solo contribuirá a la lucha contra el cambio climático, sino que la producción de compost y biogás de buena calidad permitirá mantener suelos sanos y retrasar la pérdida de la biodiversidad".

Los biorresiduos en la Unión Europea

Una evaluación realizada por la Comisión puso de manifiesto los importantes beneficios económicos y ambientales que se derivan de una mejor gestión de los biorresiduos en la Unión Europea.

Y se ofrecen recomendaciones sobre la manera de aprovechar plenamente esos beneficios. Entre los planteamientos más prometedores figuran la prevención de los biorresiduos y el tratamiento biológico con producción de compost y biogás.

La principal amenaza ambiental de los biorresiduos es la producción de metano, gas de efecto invernadero 25 veces más potente que el dióxido de carbono. Si se maximizara el tratamiento biológico de los residuos, el beneficio más visible y significativo sería evitar unas emisiones de gases de efecto invernadero estimadas en alrededor de 10 millones de toneladas equivalentes de CO2 en 2020.

Alrededor de un tercio del objetivo de la UE para 2020 en materia de energías renovables en los transportes podría alcanzarse utilizando biogás producido a partir de biorresiduos, mientras que el 2 % del objetivo global de energías renovables de la UE podría conseguirse si todos los biorresiduos se transformaran en energía.

La utilización de compost y digestato de buena calidad procedentes de la digestión anaeróbica permitiría mejorar la eficiencia del uso de los recursos, sustituyendo parcialmente los fertilizantes minerales no renovables y manteniendo la calidad de los suelos de la Unión.

La plena aplicación de las políticas vigentes, respaldada por una mejor gestión de los biorresiduos, tendría unos beneficios ambientales y económicos estimados entre 1.500 y 7.000 millones de euros, en función de la ambición de las políticas de prevención y reciclado.

Acciones prioritarias

Según el análisis de la Comisión, no existen lagunas en las políticas de la UE que puedan impedir a los Estados miembros tomar las medidas adecuadas. Los progresos realizados en varios Estados miembros indican que la legislación vigente en materia de residuos constituye una base excelente para una gestión avanzada de los biorresiduos. A tal fin, es necesario utilizar plenamente las herramientas disponibles y aplicarlas de forma rigurosa, si procede, en todos los Estados miembros.

Entre las medidas prioritarias figuran un control estricto del cumplimiento de los objetivos relativos al desvío de biorresiduos de los vertederos y una aplicación adecuada de la jerarquía de residuos y otras disposiciones de la Directiva Marco de Residuos, dando prioridad al establecimiento de sistemas de recogida selectiva.

Las iniciativas de apoyo de la UE, como la elaboración de normas para el compost, serán fundamentales para acelerar los progresos y garantizar unas condiciones equitativas en toda la Unión. Esto supondrá el establecimiento de orientaciones e indicadores específicos para la prevención de los biorresiduos con posibles objetivos vinculantes en el futuro, así como normas y orientaciones sobre el compost en relación con la aplicación y la evaluación del concepto de ciclo de vida en el sector de los residuos.

Las políticas nacionales sobre biorresiduos

Las políticas nacionales de gestión de biorresiduos son muy diversas: algunos Estados miembros han adoptado pocas medidas mientras que otros disponen de políticas ambiciosas en este ámbito.

Los beneficios ambientales y económicos de los diferentes métodos de tratamiento de los biorresiduos dependen de las condiciones locales, como la densidad de población, el clima y las infraestructuras.

El compostaje y la digestión anaeróbica constituyen las opciones ambientales y económicas más prometedoras para los biorresiduos cuya generación no pueda evitarse. No obstante, una condición previa importante es la buena calidad del material de entrada de dichos procesos. En la mayoría de los casos, la mejor manera de conseguir esto sería mediante la recogida selectiva de los biorresiduos.

Ya existen sistemas sumamente eficientes basados en la separación de los distintos flujos de biorresiduos en tanto en nuestro país como en Alemania, Austria, Bélgica, Italia , Luxemburgo y los Países Bajos.



0 0 votes
Valoración
Suscribir
Notificar de
guest

0 Comentarios
Inline Feedbacks
View all comments