Se cumple más de un mes desde que el buque Oleg Naydenov se hundiera en aguas de Gran Canaria y el problema todavía está lejos de estar solucionado. Dos robots operan actualmente a casi 3 km de profundidad, pero no han logrado aún frenar el escape de fuel de los tanques del barco por las enormes dificultades que el sellado de grietas tiene en estas condiciones.

Gran Canaria y el resto de islas occidentales del archipiélago siguen expuestas a sufrir la llegada de hidrocarburos a sus costas y la preocupación permanece. Por el momento, han sido unos 43 km de costa en Gran Canaria los que se han visto afectados por los vertidos, desde la punta de Maspalomas hasta la playa de Güigüí, la costa mejor conservada de la isla y con un alto valor ecológico. 

Desde el primer momento Greenpeace, junto a otros colectivos, exigió al Ministerio de Fomento no emplear dispersantes químicos en el mar para evitar agravar la contaminación marina aún más. Los datos y observaciones realizadas por Greenpeace en la zona del vertido y costas de Gran Canaria han aportado información independiente del vertido, esto ha hecho que la ministra Ana Pastor se comprometa con todas las organizaciones que trabajan en la zona para poner todos los medios disponibles para solucionar el problema.

Es importante a un mes de la catástrofe acelerar las tareas de sellado de grietas y extracción del fuel de los tanques del Oleg. Greenpeace recuerda a Fomento que todavía no ha facilitado la tipificación del fuel vertido en el mar y el recogido en las costas, aspecto clave para conocer su toxicidad en la cadena trófica. La organización ecologista también pide mayor intensidad, eficiencia y pro-actividad con las tareas de limpieza y vigilancia de especies por parte del Gobierno central y canario, existe personal listo para actuar ya sea voluntario o profesional, ya que las tareas de descontaminación están lejos de haberse realizado de forma adecuada. Y recuerda que se deben extremar, para todo el personal, las más estrictas medidas de seguridad puesto que el hidrocarburo al que se enfrentan es un material tóxico y peligroso.

“Un mes después, estamos hablando del Oleg debido a los errores y las malas decisiones tomadas. Los impactos ambientales y los costes económicos van a ser mucho más elevados que si el buque hubiese permanecido en puerto incluso en el supuesto caso de haberse hundido allí mismo”, ha declarado Julio Barea responsable de campaña de Greenpeace. “Este caso evidencia que no estamos preparados para combatir sucesos como este por falta de planes, medidas preventivas y de seguridad”, ha añadido.

Problema de fondo: dependencia del petróleo

Greenpeace señala que el gran problema de fondo de esta situación es la dependencia del modelo energético actual del petróleo y otros combustibles fósiles. “La sociedad canaria está harta de las energías contaminantes y quiere un cambio real, como se ha visto en la manifestaciones realizadas el pasado 10 de mayo en todas las islas. Es hora de que los candidatos a las próximas elecciones den una respuesta a esta petición popular y apuesten por un modelo energético basado en energía 100% renovable”, ha afirmado Marina Bevacqua, responsable de la campaña de energía renovable de la organización ecologista.

Por esto, Greenpeace está solicitando a los candidatos a las elecciones autonómicas canarias, que firmen un manifiesto comprometiéndose a llevar al archipiélago a un modelo basado exclusivamente en energías renovables para el año 2050, año clave según científicos de todo el mundo para alcanzar la meta de cero emisiones de gases de efecto invernadero y evitar así los peores efectos del cambio climático. Desde el inicio de la campaña de Greenpeace se han sumado al manifiesto las representaciones canarias de los siguientes partidos: Izquierda Unida, Nueva Canarias y Podemos. La organización ecologista está a la espera de la respuesta de PSOE, PP, Ciudadanos y Coalición Canaria.



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