Bernabé Unda, consejero de Industria, Innovación, Comercio y Turismo, ha comparecido, a petición propia, ante el Parlamento Vasco para explicarla Estrategia Energética de Euskadi 2020 (3E2020), un documento aprobado por el Consejo de Gobierno el pasado 13 de diciembre.
 
El consejero, acompañado por el viceconsejero de Industria y Energía, Xabier Garmendia, el director de Energía y Minas, Jorge Letamendia; y el director general del Ente Vasco de la Energía, José Ignacio Hormaeche, ha explicado las grandes líneas del plan, que se ha fijado una serie de prioridades con el horizonte del año 2020. 

La estrategia se basa en tres ejes principales: la apuesta decidida por el ahorro energético, el impulso de las energías renovables y la potenciación del sector industrial vasco vinculado a la energía.
 
Estos ejes se traducen en objetivos concretos. El primero de ellos está relacionado con el impulso del ahorro y la eficiencia energética. En este sentido, la Estrategia elaborada por el Gobierno se propone consumir en el año 2020 menos energía total que en 2008 y menos energía eléctrica que en 2007. Todo ello, calculando que en este periodo el crecimiento económico sea del +28%.
 
El ahorro energético también se traducirá en que la ciudadanía vasca gastará en estos diez años de vigencia del plan entre 4.000 y 5.000 millones de euros menos en energía. Por otro lado, la intensidad energética, esto es, la energía consumida en relación con la riqueza producida, se reducirá en un 22%.

Energías renovables
 
El segundo de los objetivos de la Estrategia se relaciona con el impulso de las energías renovables. Euskadi pasará del actual 8% en el uso de las energías limpias a una proporción que va entre el 14% y el 17%. Esta horquilla está condicionada en función del desarrollo tecnológico de futuro tanto en la energía eólica como en otras renovables en los próximos diez años. En cualquier caso, implica incrementar en un 87% el aprovechamiento de las energías renovables, y un importante salto cualitativo con respecto a la situación actual.
 
Como referencia del esfuerzo que significa, basta tener en cuenta el dato de que para aumentar tan solo el 1% el aprovechamiento de renovables, es necesario instalar unos 600 MW de paneles fotovoltaicos o unos 300 MW en aerogeneradores.
 
La tercera línea de la 3E2020 se basa en potenciar el gas natural como energía de transición hacia el predominio de las renovables. De hecho, se ha planificado que crezca del actual 42% que representa dentro del mix energético hasta el 50% en el horizonte de 2020.
 
Como cuarto punto, la Estrategia pretende continuar en la senda de reducir la presencia del petróleo, de modo que no alcance ni siquiera el pretendió significa reducir el consumo final de petróleo en el año 2020 un 9% respecto al 2010, favoreciendo la desvinculación con el sector transporte (37.100 vehículos eléctricos) y que las energías alternativas en el transporte por carretera sean el 15%. Incluso, como objetivo a más largo plazo, se plantea que en 2050 pueda alcanzares el “petróleo cero” para usos energéticos.

Emisiones CO2

El quinto objetivo del plan se centra en reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. En ese sentido, el Gobierno apuesta por reducir 2,5 millones de toneladas de CO2 anuales de emisiones, es decir, un 18% menos que las registradas en 2005, el año que se emplea como referencia en esta materia a nivel internacional.
 
Asimismo, el Gobierno Vasco se ha propuesto potenciar el desarrollo tecnológico-industrial de las empresas vascas vinculadas a la energía para que facturen un 25% más, de modo que se movilicen inversiones por valor de 10.710 millones de euros en los próximos diez años.
 
Además, se quiere impulsar ocho áreas prioritarias de desarrollo tecnológico e industrial en el campo energético, e incrementar la facturación de las empresas del sector de energía un 25%.
 
Esta apuesta se concreta en una nueva área de actuación diferenciada dentro de la estrategia 3E2020, la de Desarrollo Tecnológico e Industrial (también denominada EnergiBasque).
 
El sector de la energía da empleo a 24.400 personas repartidas en 356 empresas. Su facturación en Euskadi llega a los 15.469 millones de euros e invierten 188 millones en I+D solo en el País Vasco. Exclusivamente en el terreno de la investigación, las empresas del sector energético cuentan en Euskadi con 1.905 empleados. 

En este sentido, el sector cuenta con un centro de investigación cooperativa, el CIC energiGUNE, 10 centros corporativos de I+D especializados en energía, 5 centros de competencia de multinacionales, así como varios centros universitarios de calidad y las dos grandes alianzas tecnológicas vascas, IK4 y Tecnalia con unidades dedicadas a esta materia.
 
EnergiBasque pretende apoyar a esta red de empresas y agentes tecnológicos del sector energía, de forma que contribuya a la sostenibilidad de la economía vasca y se erija en fuente de riqueza, empleo y calidad de vida para Euskadi durante las próximas décadas. Para ello se han definido una serie de áreas tecnológicas prioritarias, con un nexo común a todas ellas: la electricidad, como vector energético clave.
 
La Estrategia Energética de Euskadi 2020 (3E2020) es el documento que marcará la política energética vasca durante la próxima década. Este documento siguió un proceso de elaboración de seis meses y en él han participado más de 200 agentes de diferentes ámbitos: varios departamentos del Gobierno Vasco, la Administración local, empresas del Clúster de Energía, operadores energéticos, asociaciones de consumidores, entidades financieras, agentes económicos y sociales, grupos ecologistas, centros de investigación y universidades.
 
La Estrategia Energética parte del análisis realizado sobre la anterior estrategia, que finalizó en 2010 y que tuvo un grado de cumplimiento medio-alto de los objetivos planteados.



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