La misión New Horizons mide el brillo de todas las galaxias del Universo

La misión New Horizons (Nuevos Horizontes) es una misión espacial no tripulada de la NASA destinada a explorar Plutón, sus satélites y el cinturón de Kuiper. La sonda se lanzó en 2006 camino de Júpiter, adonde llegó en marzo de 2007. Luego alcanzó al punto más cercano a Plutón el 14 de julio de 2015. Tras dejar atrás Plutón, la sonda sobrevolará parte del cinturón de Kuiper. Pues bien, una de las herramientas que lleva a bordo, el Long Range Reconnaissance Imager (LORRI), se ha mostrado muy útil para medir el brillo de todas las galaxias

En un estudio publicado en Nature Communications, Michael Zemkov, investigador del Instituto de Tecnología de Rochester, usó datos de archivo del LORRI para medir la luz visible de otras galaxias más allá de la Vía Láctea, conocida como el fondo óptico cósmico. Los hallazgos de Zemcov dan un límite superior a la cantidad de luz en el fondo óptico cósmico.

"Determinar la cantidad de luz procedente de todas las galaxias más allá de nuestra Vía Láctea es un desafío para la astrofísica observacional", según Zemcov. La luz del fondo óptico cósmico puede revelar el número y la ubicación de las estrellas, cómo funcionan las galaxias y la naturaleza peculiar de los procesos físicos exóticos, tales como la luz que puede producirse cuando la materia oscura se desintegra. Esta sustancia invisible comprende el 85 % de la materia del universo

Para Zemkov, se abre la posibilidad "de hacer estudios de astronomía desde fuera del sistema solar. Vemos que el fondo óptico es completamente coherente con la luz de las galaxias sin necesidad de añadir más brillo, mientras que las mediciones anteriores desde la Tierra necesitan mucho brillo extra. Es la prueba de que este tipo de medición es posible y que LORRI es la herramienta capaz de hacerlo".

Las naves espaciales que viajan más allá del sistema solar dan a los científicos una visión de primera calidad para observar el fondo óptico cósmico. La débil luz de galaxias lejanas es difícil de ver desde nuestro sistema solar, porque está contaminada por el brillo de la luz solar reflejada en el polvo interplanetario. El polvo cósmico está formado por fragmentos de roca y pequeños restos de hollín que se van moviendo desde fuera del sistema solar hacia el Sol. Los científicos que lanzan experimentos en las sondas y satélites registran el polvo que hace que la atmósfera sea mucho más brillante que el fondo óptico cósmico.

La misión de New Horizons de la NASA estará operativa hasta el año 2021, por lo que Zemcov espera poder usar el LORRI (Long Range Reconnaissance Image) para volver a medir el brillo del fondo óptico cósmico. La NASA envía misiones al sistema solar exterior más o menos cada década. Normalmente los instrumentos que llevan a bordo están diseñados para observar planetas y no para hacer astrofísica. Pero Zemcov cree que las mediciones podrían diseñarse para optimizar esta técnica mientras LORRI siga operando.

El método de Zemcov se remonta a las primeras misiones de larga distancia de la NASA Pioneer 10 y 11 en 1972 y 1974. Detectores de luz en los instrumentos midieron el brillo de los objetos exteriores a la Vía Láctea y tomaron el primer punto de referencia directo del fondo óptico cósmico. 



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