Durante las últimas décadas, los cambios biológicos, como las extinciones de especies y modificaciones en la distribución geográfica, documentados en el extremo del hemisferio norte se han atribuido al calentamiento global. Pero eran cambios previsibles porque el calentamiento ha sido más rápido en la zona norte de clima templado y en el Ártico. Sin embargo, el nuevo estudio demuestra que el impacto del aumento de las temperaturas podría ser mayor en los Trópicos.

Según la investigación, que se publica en Nature, los investigadores analizaron organismos ectodérmicos o de sangre fría, y utilizaron unos 500 millones de lecturas de temperatura de más de 3.000 estaciones de todo el mundo para trazar los aumentos de temperatura desde 1961 hasta 2009. A continuación, examinaron el efecto de los incrementos en el metabolismo de los animales.

"Se pensaba que los cambios fisiológicos también serían mayores en la región templada septentrional del Ártico, pero cuando nos encontramos con los números, dicha expectativa se vino abajo", explica Michael Dillon, autor principal y profesor asistente de Zoología y Fisiología en la Universidad de Wyoming (EE UU).

Efectos mayores en los Trópicos

Los resultados demuestran que los efectos sobre el metabolismo serán mayores en los Trópicos, a pesar de que esa región sufre menor aumento de temperaturas. Los efectos metabólicos serán menores en el Ártico, a pesar de sufrir más calentamiento. Las especies de zonas tropicales se ven más afectadas porque parten de temperaturas mucho más altas que los animales del Ártico.

Según Raymond Huey, coautor del estudio y profesor de biología en la Universidad de Washington (EE UU), los cambios metabólicos son la clave para comprender algunos grandes impactos del cambio climático, ya que una mayor tasa metabólica requiere más alimentos y más oxígeno. "La tasa metabólica te informa sobre la velocidad a la que vive el animal, y, por lo tanto, la intensidad de su vida", señala Huey.

Treinta años de cambios de temperaturas

El equipo de investigadores junto al científico del Instituto Max Planck de Biología del Desarrollo en Tubinga (Alemania) analizaron los datos de temperatura mantenidos por el Centro Nacional de Datos Climáticos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (EE UU). Según las lecturas realizadas, 3.186 estaciones se ajustaban a los criterios de registro de la temperatura cada seis horas durante cada estación desde 1961 hasta 2009. Las estaciones, aunque no uniformemente espaciadas, representaban todas las regiones del mundo excepto la Antártida.

Los datos, según los científicos, reflejan cambios de temperatura desde 1980 que son consistentes con otros hallazgos recientes que muestran que la Tierra se está calentando. La temperatura aumentó con mayor rapidez en el Ártico, no tan rápido en la zona templada del norte y con más lentitud aún en los trópicos.

"El hecho de que el cambio de temperatura en los trópicos sea pequeño no significa que los efectos biológicos vayan también a serlo. Los estudios que estamos realizando sugieren todo lo contrario", declara Huey.

Estudios anteriores de la Universidad de Washington (EE UU) indicaron que los pequeños cambios de temperatura causar a los animales tropicales un estrés sustancial, mientras que los organismos en las regiones templadas y polares pueden tolerar aumentos mucho mayores porque ya están acostumbrados a los grandes cambios térmicos estacionales.



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