El estudio, que lleva por título “Siete lecciones del cambio climático en las ciudades de Europa”, añade que dos de cada tres ciudades europeas analizadas colaboran con sus proveedores en cuestiones relativas al cambio climático, por encima del 47% de la media.

Además de los objetivos alcanzados, el informe identifica y examina seis áreas clave en las que las ciudades europeas emplean buenas prácticas para luchar contra el cambio climático. Así, hace alusión a la medida anual de emisiones, ya que cada vez más ciudades europeas miden y comunican sus emisiones anuales en todo su territorio. En este sentido, el documento constata que el 50% de las ciudades estudiadas realiza medidas anuales de emisiones.

Asimismo, se menciona la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), destacando que dos ciudades europeas, Londres y Copenhague, comunicaron reducciones de GEI en su última respuesta a CDP; y se destacan las evaluaciones de riesgos, ya que 17 de las ciudades incluidas en el estudio (77%) han realizado o están realizando evaluaciones de riesgos para comprender los posibles efectos del cambio climático en su territorio.

Cambio climático

Según estas evaluaciones, 18 de las 22 ciudades europeas analizadas se enfrentan a riesgos importantes derivados del cambio climático y un 54% de ellas considera que esos riesgos son graves o muy graves.

Otra de las áreas analizadas hace referencia al desarrollo de planes de adaptación pues, una vez identificados los riesgos, las ciudades definen planes de acción para adaptarse a la situación. Así, 14 ciudades (64%) cuentan ya con un plan de adaptación, mientras que otras dos están trabajando en su definición.

Respecto al uso de la sostenibilidad como factor de competitividad, el informe subraya que las ciudades europeas son más conscientes del potencial económico de la lucha contra el cambio climático, ya que 13 de ellas (59%) creen que se propiciará el desarrollo de nuevos sectores económicos al hacer frente al cambio climático.

Por último, respecto a la ampliación del ámbito de actuación de la ciudad, un pequeño número de ciudades, como Berlín y Helsinki, están recurriendo a acuerdos voluntarios con empresas locales para incentivar el cumplimiento de sus objetivos de lucha contra el cambio climático.

Conclusiones

Por todo ello, el director de CDP Cities, Conor Riffle, ha asegurado que "las ciudades europeas están a la cabeza en el uso de buenas prácticas para combatir el cambio climático a nivel local". "El informe demuestra que otras ciudades se pueden beneficiar también de estrategias similares, como la medida y comunicación anuales de emisiones de gases de efecto invernadero", ha explicado.

Por su parte, el socio director de Sostenibilidad de Accenture, Bruno Berthon, ha afirmado que "cuantificar los riesgos del cambio climático y evaluar los resultados obtenidos no es una mera cuestión de buena gestión medioambiental". "Una política transparente permite a las autoridades reducir los riesgos y los costes de seguros, además de demostrar a los inversores y directivos hasta qué punto una ciudad puede resultar atractiva en un mundo competitivo en el que el talento y el capital pueden elegir dónde instalarse", ha indicado.

Las ciudades incluidas en el informe son Barcelona, Madrid, Basilea, Ámsterdam, Berlín, Copenhague, Helsinki, París, Estocolmo, Varsovia, Milán, Oristán (Cerdeña), Dublín, Hamburgo, Rotterdam, Londres, Manchester, Moscú, Riga, Roma y las ciudades turcas de Estambul y Kadiovacik.



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