Aves marinas

Suelen pasar desapercibidas cuando se tratan los problemas de conservación de los océanos, pero lo cierto es que la mayor parte de las aves marinas pasan casi el 90% de su vida en el mar, donde se alimentan. De hecho, son un importante indicador del estado y calidad de los ecosistemas marinos. Y, en la actualidad, no ofrecen buenas noticias: las aves marinas representan el grupo de aves más amenazado a escala internacional. Más de un tercio de las 346 especies conocidas presentan algún tipo de amenaza y, según los últimos datos, su población global ha sufrido un declive del 70% en tan solo 60 años, entre 1950 y 2010. En el Día Mundial de los Océanos, que se celebró el miércoles bajo el lema "unos océanos sanos, un planeta sano", SEO/BirdLife urge a reforzar la conservación de las aves marinas para garantizar mares saludables.

España, con una localización estratégica que incluye tres regiones biogeográficas distintas (eurosiberiana, mediterránea y macaronésica), es el país con mayor diversidad de aves marinas de la Unión Europea. Más de 40 especies son regulares en sus aguas y más de 20 nidifican en sus costas, islas e islotes. Entre ellas, la especie más amenazada de todo el continente europeo: la pardela balear (Puffinus mauretanicus). Con apenas 3000 parejas, que se reproducen exclusivamente en las Islas Baleares, la población de esta especie se encuentra en serio declive y, de seguir el ritmo actual, podría extinguirse en cerca de 60 años.

“La situación de la pardela es uno de los exponentes más claros del estado de de amenaza que viven muchas aves marinas. En el mar, se enfrentan al impacto de las capturas accidentales, a lo que habría que sumar la contaminación de las aguas con metales pesados, hidrocarburos o plásticos, y la disminución de presas, entre otras cuestiones”, explica el biólogo Pep Arcos, responsable del programa marino de SEO/BirdLife.

Sin embargo, los problemas no acaban en el mar para la pardela: “En tierra firme, donde crían, su principal amenaza son actualmente los mamíferos introducidos, especialmente gatos y ratas. Al haber evolucionado en lugares sin depredadores terrestres, su llegada junto al ser humano ha representado un duro revés para esta y otras especies de aves marinas, muy torpes fuera del mar y sin mecanismo de defensa alguno”, añade Arcos.

Los técnicos de SEO/BirdLife están realizando en estos momentos la campaña de seguimiento de la reproducción de la pardela balear en el archipiélago. En los próximos días, concentrarán su trabajo en la isla de Ibiza.

Impacto del plástico

Esta edición del Día Mundial de los Océanos presta especial atención a la contaminación por plástico que afecta a mares y océanos. Estos desechos (que, según un estudio publicado en la revista Science aumentan en ocho millones de toneladas cada año) se degradan lentamente, contaminando el medio y a los animales marinos, que confunden las partículas de plástico con alimento. En el caso de las aves marinas, se añade el problema de los enganches en el pico, algo que ocurre especialmente en ejemplares juveniles y que, en muchos casos, les ocasiona la muerte. Una investigación publicada en la revista Marine Pollution Bulletin, liderada por técnicos de SEO/BirdLife, estimó que más del 1% de los alcatraces de las costas ibéricas, canarias y norteafricanas portaban plástico enganchado al pico. En algunas zonas, se alcanzaban valores del 20%.



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