La caza ilegal de especies protegidas sigue siendo un problema en la conservación de las rapaces. El pasado 8 de noviembre un águila calzada, "Tricia", fue encontrada muerta y el análisis de sus restos ha desvelado que murió por un disparo. Este ave portaba un emisor satélite y fue marcada dentro del programa Migra de SEO/BirdLife, que cuenta con la colaboración de la Fundación Iberdrola. La pérdida de la señal del emisor hizo sospechar que algo había ocurrido y el hallazgo del cadáver revelaba la muerte de este ejemplar.

Una práctica ilegal y un delito

La muerte de "Tricia" supone un triste ejemplo más de un problema de conservación que desafortunadamente aún sufren nuestras rapaces. Cada año, lamentablemente durante el periodo hábil de caza de la media veda, se producen cientos de ingresos de rapaces en centros de recuperación de fauna, a causa de disparos.

Las pruebas teórico-prácticas a las que son sometidos los cazadores riojanos para obtener su licencia de caza en la región, garantizan que estos cazadores conozcan las especies cinegéticas y protegidas. Sin embargo, no parece ser suficiente siendo necesario aumentar su formación y concienciación. Por ello, estamos ante un hecho muy grave, puesto que se trata de la comisión de un delito muy grave.

En España, de acuerdo con el vigente Código Penal, disparar a las aves rapaces es un delito y el castigo por esta práctica ilegal podría llegar a ser de dos a cuatro años de prisión, inhabilitación especial para profesión u oficio e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de cazar. De hecho, la guardería forestal del Gobierno de La Rioja ha presentado denuncia de los hechos, abriéndose actuaciones previas que podrían dar lugar a su remisión al órgano judicial competente.

Aves con emisores

Gracias a los proyectos de marcado de aves con aparatos de seguimiento remoto, cada vez hay más aves marcadas con emisores satélite volando por nuestros campos, lo que permite localizar al ave con total precisión en el caso que algo le ocurra, e identificar el lugar donde ha sido abatida.

Éste ha sido el caso de "Tricia", que se convierte en la segunda águila calzada encontrada muerta dentro del programa Migra, y localizada gracias a que portaba un emisor satélite. Además de las águilas calzadas, individuos de otras especies, como buitres y cigüeñas, también han sido encontrados gracias a los emisores que portaban. Y su hallazgo permite conocer un poco más en profundidad las causas de mortalidad de cada especie.



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