La comarca de Santiago aporta 26 especies singulares al catálogo de Árbores Senlleiras, elaborado por la Consellería de Medio Ambiente, que aprobó en marzo del 2007, un decreto que recoge las especies necesitadas de especiales medidas de protección, a tenor de sus valores naturales, culturales, científicos o paisajísticos.

El catálogo recoge 108 especies y 22 formaciones arbóreas, que pueden contar con planes de gestión, encaminados a su conservación o mejora. El Paseo da Ferradura, los eucaliptos de este mismo escenario, el gingko biloba del Paseo de Fonseca o el tilo plateado de la Alameda compostelana forman parte de este rol de árboles excepcionales, al que se suman los quercus robur de la Carballeira de San Lourenzo.

Desde la apertura del calendario para la inclusión de nuevas especies -cualquier ciudadano o institución puede proponer la defensa de un árbol o formación singular- se han presentado un centenar de propuestas, que pasan por el Comité de Árbores Senlleiras, que es el que determina si cumplen los requisitos.

El entorno de Santiago tampoco está huérfano de especies interesantes. Las camelias y el boj del Pazo de Santa Cruz (Vedra), la camelia pantalóns del Pazo de Lens (Ames), la figueira de Rosalía (Padrón) o el roble de jardín artístico de esta localidad engrosan el sugerente catálogo, junto con palmeras del Senegal y plátanos de Filipinas, entre los que se incluyen los del Paseo do Espolón de la villa padronesa. Compostela, Vedra y Padrón son los concellos de la comarca que más ejemplares aportan dignos de protección, desde el punto de vista de la conservación de la biodiversidad.

El tamaño, edad, significación histórica, rareza o belleza cuentan a la hora de conceder protección a un árbol. «O decreto pretende establecer o réxime xurídico básico para árbores que se inclúan en dito catálogo, coa finalidade de protexelas de posibles riscos e ameazas, garantindo así a súa conservación», aseguran fuentes del departamento de Medio Ambiente del Gobierno gallego.

Ayudas a los propietarios

La Xunta ha decidido proteger este legado natural. La inclusión en el Catálogo Galego de Árbores Senlleiras implica la prohibición de cualquier actuación que pueda afectar a su integridad, apariencia o salud. La protección no solo será para el ejemplar sino para su entorno inmediato.

Los dueños, en caso de que las especies se encuentren en propiedades privadas, recibirán ayudas oficiales para mantenerlas en perfecto estado. Todos los proyectos que puedan amenazar los valores del árbol o formaciones catalogadas necesitarán autorización administrativa previa de la Dirección Xeral de Conservación da Natureza.

Las personas que crean que hay árboles merecedores de protección no incluidos en el catálogo deberán rellenar una solicitud y asegurarse de que el ejemplar reúne un grosor especial, o bien es muy escaso o único en la comarca o presenta, desde el punto de vista estético, un porte espectacular. Los criterios históricos, si se encuentran en unos jardines que reúnan esta condición, o el hecho de que hayan arraigado en un paraje singular también subirán la nota para poder entrar en el catálogo.

En la comunidad autónoma la variedad arbórea se encuentra concentrada en espacios tan singulares como el jardín botánico de A Pinguela (Monforte), el parque-jardín botánico de Caldas de Reis, los jardines San Carlos de A Coruña, el Arboreto de Lourizán, el botánico de da Ría do Burgo y el de la Universidade de Santiago, en fase de ejecución y todavía no abierto al público, emplazado en las afueras de la ciudad, junto a la autovía, en dirección a A Coruña. Este último alberga colecciones de plantas atlánticas, mediterráneas, medicinales y especies exclusivas de Galicia.



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