Aún no han podido estar juntos ni un minuto, pero el objetivo es que los osos pandas Bing Xing (Estrella de Hielo, el macho) y Hua Zui Ba (Boca Florida, la hembra) tengan descendencia, a ser posible, este año.

Así lo creen los responsables del Zoo Aquarium de Madrid, donde residen desde el pasado mes de septiembre. Para ayudarlos en la tarea de la procreación ha venido un veterinario chino, Lang Ginchao, que pasará en España tres o cuatro meses, hasta que se confirme, o no, el embarazo de la joven Hua Zui Ba, de cuatro años.

Los precedentes biológicos de la especie de panda gigante no son halagüeños. Son animales solitarios, que sólo se juntan en primavera, su estación de acoplamiento. El problema es que la hembra, de los 15 días que suele durar su periodo de celo, sólo tiene tres o cuatro de fertilidad, por lo que hay que estar muy al tanto de esos momentos para aprovechar la oportunidad.

El protocolo diseñado por Ginchao para la pareja se inició en el Zoo madrileño con un cambio de dieta: más bambú, un mayor aporte de vitamina E y más pienso. "Y se nota que comen más, aprovechan más las hojas que hace unas semanas", apunta Eduardo, su cuidador personal y quien, desde que llegaron a España les proporciona los 80 kilos de bambú diarios que consumen por cabeza.

La segunda fase de su noviazgo es el acercamiento paulatino, en el que están inmersos ahora. Mirarse, olerse, pero siempre a través de una reja, como los pretendientes antiguos. "Cada día, durante media hora, se ven a través de una verja, se van marcando, reconociendo sonidos y detectando el cambio en las feromonas, pero de momento no hay actividad sexual", señala Jesús Fernández Morán, director técnico del Zoo.

Aunque desde sus recintos separados no se ven durante el día, por la noche también conectan visualmente a través de un cristal.

Una vez que se confirme que Hua Zui Ba está en celo, en los próximos dos o tres meses (sería el segundo para ella), se iniciará su monitorización hormonal para controlar cuando ovula de forma natural, sin estimulación artificial.

Tres días fértiles

En cuanto se detecte el pico de estrógenos, se abrirá la puerta y, por fin, estarán juntos. Fernández Morán está convencido de que se gustarán. "Es más sencillo de lo que se piensa si hay un control del proceso, pero si no pasa nada entre ellos, no vamos a forzar la situación porque es el primer año que están aquí. El que viene será distinto", señala.

Otra cosa es que en esos pocos días fértiles para Hua Zui Ba, el macho Bing Xing, que ya ha tenido un hijo, intente montarla y ella no se deje porque, al parecer, ellos suelen ser un poco brutos en estos menesteres, que se puede repetir hasta seis o siete veces. Si hay ese rechazo, se recurrirá a la inseminación artificial.

"En ese momento se decidirá si cogemos semen fresco del macho o semen congelado y se inseminará a la hembra con un catéter especial. Será sólo un intento, pero es probable que sea exitoso porque es una técnica muy conseguida. En China han nacido 28 crías en 2007 y una en el zoo de Viena", argumenta el responsable del proceso.

Lo más probable es que, si todo funciona, la parejita tenga una cría tras una gestación que dura entre 75 y 150 días. También pueden ser dos, y aunque en la naturaleza no sobreviviría uno de ellos, en el Zoo se intentaría sacarlos adelante. Si este año no surge el feeling, en 2009 ya sí que se buscaría una mayor intervención que facilitara el objetivo: tener un panda pequeñín en España, como lo fue Chu-Lin.



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