Plantación de árboles

Al grito de “Bosques vivos contra el fuego”, voluntarios de los grupos locales de WWF han participado hoy en la sexta edición de la “Plantación en Red”, el gran evento reivindicativo por los bosques que celebra WWF. Este año, los voluntarios de WWF han reclamado que tras los incendios se apueste por más y mejor restauración forestal para que nuestro territorio sea menos vulnerable a los incendios, y se impulse también la puesta en valor los montes. WWF ha advertido que el daño de los grandes incendios forestales (los mayores de 500 hectáreas) no deja de crecer, y por eso es tan vital desarrollar políticas que se anticipen al fuego.    

La Sierra de Collserola en Barcelona, Villanueva de Gállego (Zaragoza), el Parque Regional del Sureste de Madrid o el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel han sido algunos de los 12 espacios elegidos por los Grupos locales de voluntarios de WWF para celebrar la “Plantación en Red 2016”. La mayoría de ellos son lugares dónde WWF y sus Grupos locales desarrollan proyectos de restauración forestal, y se han plantado más de medio millar de árboles y arbustos de especies autóctonas. Debido al mal tiempo, algunas de las actividades han tenido que ser aplazadas hasta el fin de semana que viene.

El tema elegido este año han sido los incendios forestales, para recordar la importancia crucial de cambiar el enfoque para resolver este grave problema todo el año a través de la gestión sostenible de los montes y de mejores políticas de prevención y de restauración tras el paso del fuego. Para WWF, la falta de estas políticas explica que el impacto de los grandes incendios forestales, los más destructivos y virulentos, no deje de crecer año tras año.  

Pero no todos los bosques arden por igual, muchos incendios son el fruto de restauraciones forestales mal planteadas: por ejemplo, meras plantaciones de una sola especie sin gestión ni aprovechamientos. Las masas de eucaliptos constituyen el 3% de la superficie forestal total, pero concentran el 19% de la superficie afectada por incendios. En el caso de las masas de frondosas, como los robledales, la proporción se invierte: un 65% de la superficie forestal y apenas sufren el 23% de los incendios. Por eso, WWF defiende que los incendios pueden apagarse 20 años antes de que se produzcan, promoviendo la restauración de bosques vivos y de paisajes diversos y rentables. 

Según la organización, una de las claves para reducir el impacto de los grandes incendios forestales es que las administraciones públicas reorganicen el territorio forestal y decidan, con la participación de todos los actores implicados, qué modelo queremos para el futuro para cada zona, con dos posibles caminos: montes en los que se aprovechen de modo sostenible los recursos, respetando la biodiversidad; o bien bosques más naturales, en los que el objetivo fundamental sea la conservación de los servicios ambientales que prestan a la sociedad. Para WWF, la clave es crear paisajes con un menor riesgo a sufrir grandes incendios. 

WWF mantiene desde hace varios años una campaña para pedir a las Comunidades Autónomas que cambien el enfoque de la lucha contra el fuego y se adelanten a los incendios, invirtiendo en verdaderas políticas de prevención y haciendo los bosques menos vulnerables al fuego. Para WWF, prevenir es mucho más barato y lógico que tener que apagarlos.  

La “Plantación en Red” es una de las actividades más emblemáticas de la Red de Grupos locales de WWF, grupos de voluntarios comprometidos en su día a día que llevan a cabo acciones sobre el terreno a favor de la biodiversidad (como la restauración de ecosistemas) y apoyan desde sus territorios las campañas de WWF. 



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