La Comisión Europea ha resuelto mediante dictamen motivado el procedimiento de infracción contra España por el proyecto de dragado del Guadalquivir, a raíz de la queja interpuesta por WWF España. Las autoridades europeas confirman así que este proyecto, impulsado por la Autoridad Portuaria de Sevilla, es contrario a la normativa comunitaria de protección de la naturaleza, por los graves impactos que ocasionaría sobre Doñana y otros espacios de la Red Natura 2000, como es el propio estuario del Guadalquivir. Tras este golpe desde Bruselas, WWF reclama a las ministras Ana Pastor e Isabel García Tejerina que se abandone oficialmente este proyecto faraónico e ilegal, y se ponga en marcha inmediatamente la recuperación del Estuario del Guadalquivir.

En mayo de 2012, WWF España presentó una queja ante la Comisión Europea contra el dragado de ensanche y profundización del estuario del río Guadalquivir, que la Autoridad Portuaria de Sevilla pretende llevar a cabo dentro del proyecto «actuaciones de mejora en accesos marítimos al puerto de Sevilla». La organización conservacionista presentó la queja al considerar, de acuerdo con los dictámenes científicos, que el proyecto dañaría gravemente la integridad y la biodiversidad de espacios protegidos por la legislación europea, como el Parque Nacional de Doñana o el propio estuario.

Ahora, la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea da la razón a WWF España en su queja: el dragado del Guadalquivir puede vulnerar la directiva comunitaria 92/43/CEE relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres. Las autoridades españolas tienen dos meses para tomar medidas, y en ausencia de una respuesta satisfactoria, la Comisión podría llevar a España ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo.

Esta decisión se suma a la reciente sentencia del Tribunal Supremo, emitida a instancias de una queja de WWF, que anuló el dragado del Guadalquivir al entender que el proyecto perjudicaría claramente al estuario y a Doñana, en contra de los objetivos de la Directiva Marco del Agua.

La Misión Internacional conjunta de la UNESCO, la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y la Secretaría del Convenio Ramsar, así como las resoluciones de la UNESCO de 2012 y 2013, también han rechazado el proyecto. De hecho, en febrero de 2015, el Estado envío a la UNESCO un informe sobre Doñana y las amenazas que le afectan, en el que se asegura que el dragado no puede llevarse a cabo “hasta que las condiciones medioambientales del estuario no cambien sustancialmente”.

Para WWF, al Ministerio de Fomento y al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente no les queda ninguna excusa para no enterrar oficialmente el dragado del Guadalquivir, tras la oposición de la Unión Europea, el Tribunal Supremo, la UNESCO o el Consejo de Participación deDoñana o la Junta de Andalucía, entre muchos otros.

WWF reclama a Puertos del Estado y al Ministerio de Fomento que dedique los 35 millones presupuestados en los PGE de 2015 para el proyecto de mejora de los accesos al Puerto de Sevilla, a la restauración ecológica del río y del estuario, que se encuentra en estado crítico. Entre otras medidas recomendadas por los científicos, WWF pide la recuperación los llanos mareales, la mejora de la gestión de los recursos pesqueros, la mejora de la depuración de las aguas que se vierten al río y un aumento de la cantidad de agua dulce que llega al estuario.

“España se enfrenta a una fuerte sanción por la obcecación de la Autoridad Portuaria de Sevilla y la única forma de evitarla es que el Ministerio de Fomento renuncie de una vez por todas a este dañino proyecto”, ha asegurado Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España. “No vamos a dejar de trabajar hasta que el Ministerio de Fomento y el de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente entierren el proyecto definitiva y oficialmente.”



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