De no ser así, peligraría la biodiversidad y los servicios ambientales que aportan los ecosistemas de este río, además de la garantía de agua para casi 1,7 millones de personas y más de un millón de hectáreas de regadío.

WWF recuerda que es imprescindible que la cuenca del Guadiana se planifique en conjunto, tanto a nivel político como de gestión, y no de la forma descoordinada e incompatible, presentada en los planes hidrológicos ahora sometidos a consulta pública.

Otras carencias ambientales

Asimismo, remarca que son inaceptables las elevadas asignaciones y los crecimientos de consumo de agua previstos, en gran medida para nuevos regadíos, en una cuenca que sufre de escasez. Esto se debe a que la demanda suele ser superior a la oferta, tanto en la parte portuguesa como en la española.

La ONG encuentra otras carencias ambientales significativas, destacando que los objetivos ambientales fijados para los ríos y humedales de la cuenca son insuficientes, y no garantizan ni la consecución del buen estado ecológico de las masas de agua, ni la conservación de los espacios protegidos de la Red Natura 2000.

Del mismo modo, los nuevos planes no definen ni integran los caudales ecológicos como una medida prioritaria para conseguir el buen estado ecológico de los ríos, de acuerdo con la exigencia de la Directiva Marco del Agua (DMA). Mientras en España se han establecido unos caudales claramente insuficientes que WWF duda que lleguen a cumplirse, en Portugal apenas se han hecho aproximaciones certeras de los caudales mínimos con una metodología anticuada.

Los trasvases propuestos en los planes de España y Portugal se plantean sin haber analizado su coste ambiental y económico y sin considerar otras alternativas de gestión de la demanda, como el ahorro, una nueva tarificación o el control de pozos ilegales, como exige la DMA.

WWF también denuncia que el previsible impacto del cambio climático no está suficientemente considerado en los planes. Portugal no contempla las consecuencias del cambio climático y aún no cuenta con un Plan de Sequías. En España sí existe un Plan de Sequías, pero se basa estrictamente en criterios de satisfacción de la demanda, sin tener en cuenta ni siquiera las necesidades de los espacios naturales protegidos, como obliga la normativa europea.

Insuficiente participación pública

En cuanto a la participación pública, la organización señala que a nivel internacional ha sido claramente insuficiente. Por otra parte, en España, no existe una garantía de que este mecanismo de implicación de la sociedad pueda influir en la definición final de los planes de cuenca.

"Ahora es el momento de que los ministerios de medio ambiente portugués y español acuerden posiciones, asumiendo su responsabilidad de conservar los ríos, su biodiversidad y los servicios ambientales que proveen", comenta Eva Hernández, Responsable del Programa de Aguas de WWF España. Y añade: "Sólo gestionando la cuenca como una unidad y coordinando agendas se podrá asegurar el futuro de los valores naturales, culturales y socioeconómicos ligados al agua en el Guadiana, un río prioritario para WWF por ser un importante foco de biodiversidad mundial".

"Durante los últimos años, WWF ha solicitado repetidamente a los Gobiernos de los dos países que revisen sus políticas hidrográficas para la cuenca del Guadiana desarrollando una aproximación "ibérica" conjunta para preservar la biodiversidad de la cuenca. Esta llamada se hace más urgente que nunca, pues los nuevos planes presentados resultan peligrosos para el futuro del Guadiana", afirma Afonso do Ó, especialista en recursos hídricos de WWF en Portugal.



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