El Observatorio de Agricultura Urbana de Foro Agrario y PRONATUR ha impulsado este encuentro, en colaboración con la cumbre Mundial Virtual de Ciudades Verdes, organizada por WGIN y GREENROOFS.

En la primera parte de la jornada se expuso el papel de la naturación urbana en la sociedad actual y, de forma específica, desde la visión de la Universidad y el mundo empresarial. La segunda sesión se centró en el papel de la I+D+i, sus problemas y posibilidades en este escenario tan cambiante. A continuación, se describieron las peculiaridades de la agricultura urbana, tanto desde una visión general como de casos concretos. Finalmente, se analizaron las buenas prácticas, técnicas y experiencias, tanto en casos nacionales como extranjeros.

A lo largo de catorce comunicaciones, los ponentes plantearon la gran versatilidad de escenarios que configuran la agricultura urbana, lo que aconseja analizar desde planos muy diversos los problemas existentes, buscando una convergencia viable y sostenible.

Entre los aspectos más significativos que fueron objeto de estudio, y como conclusiones de las jornadas los organizadores, destacan los siguientes:

  • La agricultura urbana tiene una gran tradición y no responde a una fiebre o moda temporal. Su permanencia y potenciación vienen de la mano del progresivo proceso de urbanización. En un par de décadas, tres cuartas partes de la Humanidad vivirá en núcleos urbanos, necesitados de una naturación que les podrá venir dada a través de la agrarización, en contraste con el abandono del mundo rural.
  • Existen distintas vertientes en la agricultura urbana, que van desde la jardinería y paisajismo a la producción de alimentos, con un componente geográfico tanto intra como periurbano, cuyos límites con el área rural no siempre son fáciles de identificar.
  • Como denominador común de los distintos tipos de agricultura urbana se pueden señalar la incidencia en el medio ambiente, la conservación de los recursos naturales y las huellas de carbono, hídrica y energética, que en el futuro podrán incorporarse al balance y etiquetas de las actividades urbanitas.
  • La agricultura urbana se considera como un nuevo yacimiento de empleo, con la figura del "agricultor de proximidad", lo que requiere una especialización dentro de las profesiones tradicionales.
  • Además del impacto económico, que puede ser significativo, es de importancia la dimensión social. La agricultura urbana ofrece un aspecto de ocio y de puente entre relaciones sociales entre los miembros de una comunidad de vecinos, así como puente intergeneracional entre abuelos, padres y nietos, que pueden realizar una tarea en común.
  • El área de I+D+i será especialmente dinámica, al tener que adaptar las tecnologías, ya existentes en el mundo rural, al entorno urbano. La proximidad de las personas y la limitación de espacio obliga a mayores controles fitosanitarios y consideraciones sobre productividad, ya que la actividad humana es, en buena medida, ocupación del ocio.
  • El establecimiento de normas, marcas y canales comerciales específicos para los alimentos derivados de la agricultura urbana son dimensiones que también deben considerarse.
  • Los cultivos de azoteas y paredes incorporan algas y musgos y aparecen los jardines móviles en autobuses, tranvías y otros medios de comunicación adaptados.
  • Es fundamental coordinar las sinergias entre todas las fuerzas sociales que intervienen en el escenario de la agricultura urbana: Universidad con sus facetas docente e investigadora, empresas, Administración, ONG y organizaciones vecinales, buscando los puntos de encuentro.
  • Las Administraciones deben facilitar la implantación de la agricultura urbana por medio de planes urbanísticos que ubiquen las oportunas zonas verdes y logren el aprovechamiento de superficies disponibles, bien en suelos urbanos sin edificar, terrazas, paredes, vallas e interiores. Todo ello debe acompañarse de la correspondiente legislación y normativa que facilite la confianza entre los interesados.
  • La lucha contra la contaminación, tanto aérea como acústica, y la gestión del agua de lluvia son aspectos que hay que tener en cuenta al fomentar la agricultura urbana.
  • La formación e información sobre la agricultura urbana son pilares sobre los que deben apoyarse las futuras líneas de trabajo. Para ello, debe fomentarse la intercomunicación entre todos los expertos involucrados. La existencia de observatorios, con el desarrollo de cursos, jornadas y seminarios, tanto presenciales como virtuales, fomenta la interacción profesional.
  • La necesidad de unas normas internacionales para evaluar la calidad del funcionamiento de la agricultura urbana, así como la idoneidad de los edificios naturados, es un punto de partida para estimular el buen desarrollo y competencia entre las empresas involucradas y la optimización de los recursos disponibles.
  • La existencia de un flujo global de información sobre experiencias de éxito y fracasos, medidas de apoyo a través de impuestos y subvenciones, estímulos sociales y otras acciones, potenciará la agricultura urbana desde un horizonte sostenible y viable. Organizaciones internacionales como WGIN o IGRA deben coordinar las acciones de otras nacionales como PRONATUR (España), AMENA (México), ADIVET (Francia) y muchas otras.


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