El sector de la acuicultura de la UE tiene un considerable potencial de crecimiento y puede ayudar a conservar los sobreexplotados recursos del mar. Las directrices ayudarán a coordinar los esfuerzos entre todos los Estados miembros. No crean nuevas obligaciones legales, sino que presentan una serie de medidas de carácter voluntario que los Estados miembros, la Comisión y las partes interesadas pueden adoptar para promover una industria que sea económica, social y ambientalmente sostenible y brinda a los consumidores pescado saludable y de alta calidad.

Tal como se subrayó en la reforma de la política pesquera común, actualmente en fase de negociación, el sector de la acuicultura puede contribuir a colmar la brecha entre un creciente consumo de pescado y la escasez de recursos pesqueros. De hecho, puede proporcionar una alternativa viable a la sobrepesca y generar crecimiento y puestos de trabajo tanto en las zonas interiores como costeras de la UE. En otras partes del mundo la acuicultura se encuentra en plena expansión, mientras que, en general, en la UE está estancándose, debido en parte a la lentitud de los procedimientos de concesión de licencias y a la ineficacia administrativa a diferentes niveles.

“Hoy en día, obtener una licencia para una nueva explotación puede prolongarse hasta tres años, lo que obviamente disuade a los inversores”, dijo la Comisaria Europea de Asuntos Marítimos y Pesca, Maria Damanaki. “Quiero colaborar con los Estados miembros para reducir la burocracia y contribuir a la competitividad de este sector manteniendo el alto nivel de protección de los consumidores y del medio ambiente que tiene actualmente”.

La Comisión, en estrecha cooperación con todas las partes interesadas, ha identificado cuatro grandes retos a los que se enfrenta el sector de la acuicultura: la necesidad de reducir la burocracia y las incertidumbres de los agentes económicos; la necesidad de facilitar el acceso al espacio y al agua; la obligación de incrementar la competitividad del sector; y la necesidad de mejorar las condiciones de competencia mediante el aprovechamiento de la ventaja competitiva que ofrecen los productos de la pesca “made-in-the-eu” .

Las directrices abordan estos desafíos e identifican una combinación de medidas como la simplificación administrativa, la ordenación del territorio, la organización del mercado, la diversificación, la mejora del etiquetado y la información, para ayudar a las fuerzas del mercado a liberar el potencial del sector de la acuicultura de la UE. Por ejemplo:

  • la Comisión coordinará un ejercicio de identificación de las mejores prácticas a fin de reducir los tiempos para la obtención de licencias destinadas a crear nuevas empresas de acuicultura;
  • la Comisión promueve un enfoque integrado en la ordenación del territorio que ayudará a garantizar un acceso adecuado a los acuicultores al espacio y al agua, minimizando al mismo tiempo el impacto en el medio ambiente y en otras actividades económicas;
  • la acuicultura europea ofrece productos de gran calidad que satisfacen las normas más estrictas en materia de salud de los consumidores, protección del medio ambiente y bienestar de los animales. Esto repercute en los costes para los productores, pero una información adecuada sobre la calidad de los productos, como el etiquetado, puede convertirse en una ventaja competitiva y mejorar la percepción de los consumidores.

Próxima etapa

Las directrices estratégicas están vinculadas a la propuesta de reforma de la política pesquera común (PPC), que tiene por objeto fomentar la acuicultura mediante el denominado “método abierto de coordinación”. Sobre la base de dichas directrices, y sin perjuicio del resultado de las negociaciones sobre la reforma de la PPC, los Estados miembros prepararán sus planes estratégicos nacionales plurianuales teniendo en cuenta las condiciones de partida específicas de cada país, los desafíos y el potencial. La Comisión ayudará en las actividades de coordinación y en el intercambio de las mejores prácticas, y ofrecerá orientaciones sobre cómo conciliar, en la práctica, la actividad económica con la legislación de la UE.

Contexto

En 2010, el valor de la producción acuícola de la UE fue de 3.100 millones de euros, correspondientes a una producción de 1,26 millones de toneladas. Esto representa aproximadamente el 2% de la producción acuícola mundial. La producción acuícola de la UE se ha estancado en la última década, mientras que en otras zonas, en particular en Asia, el sector ha registrado un crecimiento muy rápido.

Hoy en día, el 10% del consumo de pescado de la UE procede de la acuicultura, el 25% de las pesquerías de la UE y el 65% de las importaciones de terceros países (incluidos tanto el sector de la pesca como la acuicultura); la diferencia entre el consumo y la producción de las pesquerías europeas no ha parado de crecer en los últimos años y la acuicultura puede ayudar a colmar esta diferencia. Cada punto porcentual del consumo actual de la UE producido a nivel interno a través de la acuicultura puede contribuir a crear entre 3.000 y 4.000 puestos de trabajo a tiempo completo.



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