La jornada se ha iniciado con la exposición de los resultados obtenidos en el proyecto de I+D+i denominado "Factores Condicionantes del Rendimiento del Personal Especialista en Extinción de Incendios Forestales" -CREIF-", con la finalidad de analizar todos aquellos parámetros que afecten tanto en la salud como en su rendimiento laboral. Proyecto desarrollado por la Empresa de Transformación Agraria S.A. (TRAGSA), en colaboración con otras entidades, durante el cuatrienio 2006-2009.

Por otro lado, los representantes del Servicio de Prevención ASEPEYO, han expuesto los objetivos de la vigilancia de la salud que se practica sobre los operarios de las empresas que llevan a cabo trabajos forestales, analizando a su vez los protocolos de actuación desarrollados en base al catálogo de enfermedades laborales vigente en la actualidad. Todo ello con alusión a las principales causas de enfermedad laboral detectadas en el sector forestal.

Por último, y teniendo en cuenta las actuaciones de control de la seguridad y la salud desarrolladas sobre las empresas que trabajan en los montes gestionados por la Administración Forestal de Castilla y León, se han relacionado los datos estadísticos recogidos en los informes anuales de análisis de siniestralidad elaborados desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, con la finalidad de identificar las causas y reducir el número de siniestros detectados en los años previos en los trabajos forestales.  Las principales conclusiones son:

1. Se determina la inexistencia de estudios médicos de campo que recojan estadísticas y datos contrastados científicamente sobre las alteraciones fisiológicas que afectan a los operarios que intervienen en trabajos forestales. Aspecto que condiciona la posibilidad de impulsar la implantación de medidas preventivas específicas dirigidas a evitar enfermedades profesionales causadas por un esfuerzo físico que, si bien se sabe que es elevado no se controlan sus parámetros de medición en situaciones reales.

2. A su vez, se resalta que los trabajos forestales, además de realizarse a la intemperie y en una orografía accidentada, están condicionados por los aspectos ergonómicos directamente relacionados con las tareas a desarrollar (transporte de peso añadido incluidos los EPIs, adopción de posturas forzadas, empleo de herramientas vibradoras,..) que aumentan el riesgo de aparición de enfermedades profesionales.

3. En el caso de la extinción de incendios forestales, se ha detectado que la intensidad de los esfuerzos físicos que llevan a cabo las cuadrillas de extinción, adquiere en algunos de sus operarios unos valores de pulsaciones muy elevados; los cuales han estado expuestos a un elevado riesgo de sufrir un infarto u otras afecciones cardiovasculares. De igual forma, trabajar a altas temperaturas y en un ambiente de tensión, supone un alto riesgo de sufrir una deshidratación, que puede derivar en desmayos, e incluso en un golpe de calor.

4. Los datos individuales obtenidos en las actuaciones de vigilancia de la salud en las empresas podrían analizarse desde un punto de vista sectorial, bajo la premisa de la protección de datos. Surge así la posibilidad de impulsar la obtención y análisis de datos estadísticos en base a la vigilancia de la salud colectiva, donde las Sociedades de Prevención aporten los datos "clínicos" de sus clientes, de forma impersonal, con el objetivo de cuantificar las principales afecciones sufridas por los operarios forestales.

5. Se establece que el desarrollo de nuevos estudios de I+D+i, y la actualización de informes estadísticos relativos a la siniestralidad en los trabajos forestales, permitirán introducir nuevos parámetros que permitan adecuar de forma específica los protocolos médicos de vigilancia de la salud realizados por las Sociedades de Prevención.

6. En todo momento, se alude a la vigilancia de la salud como una herramienta que pretende integrar al trabajador en su puesto de trabajo, aportándole soluciones o alternativas que permitan corregir sus limitaciones físicas en base a su adaptación. Con lo cual se rechaza la idea, de que los trabajos forestales sólo están al alcance de deportistas, al estilo de los bomberos de élite. La realidad y las necesidades del sector son otras, por lo que el objetivo es integrar en las actividades forestales al mayor número de personas posibles, identificando aquellos riesgos que deben evitar de forma personal: sin olvidar que se trabaja en cuadrillas que alternan distintas funciones y/o actuaciones al mismo tiempo.

7. Por otro lado, se determina que a pesar de que los trabajos forestales están incluidos en el sector de actividad agraria, caracterizado por una baja siniestralidad, los trabajos forestales presentan un índice de incidencia siete veces superior a la media de todos los sectores de la actividad económica.

8. Si bien la mayoría de los siniestros son catalogado como leves y la tasa de mortalidad baja, se determina que esta siniestralidad en el monte repercute directamente en la eficiencia y rendimiento de los trabajos forestales. La potencialidad convertirse en accidentes graves es muy elevada, ya que la mayor parte de ellos se producen en lugares aislados, donde la asistencia médica más cercana requiere abandonar el puesto de trabajo durante un elevado periodo de tiempo; cuestión que se ve acentuada por la necesidad de que los trabajadores de la misma cuadrilla forestal deban acompañarle.

9. Se determina la necesidad de impulsar a un mayor ámbito territorial y funcional, el debate abierto en esta jornada, con el propósito de buscar soluciones conjuntas por parte de los diferentes agentes implicados en la seguridad y salud en los trabajos forestales. Empezando por las diferentes Administraciones Públicas y llegando hasta las Empresas y las Sociedades de Prevención.



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