Los protozoos forman uno de los grupos de individuos más frecuentes en el agua. Podemos definirlos como organismos unicelulares, con núcleo (donde se encuentra el material genético) y citoplasma. Son bastante especializados, ya que presentan todas las estructuras necesarias para realizar sus funciones vitales.

Presentan una morfología muy variable tal y como podemos observar en la figura.

Este grupo posee dimensiones microscópicas, entre las 10 micras y los pocos milímetros.

Con la excepción de los protozoos parásitos cuya distribución está asociada a la de sus organismos hospedadores, la mayoría de los protozoos son de distribución cosmopolita. Dicho cosmopolismo está asociado con una repetición de las condiciones medioambientales de las aguas donde habitan, estando así relacionada la presencia y cantidad de organismos pertenecientes a diferentes grupos con parámetros del medio como son los nutrientes, la cantidad y calidad de materia orgánica, la temperatura, el oxígeno, el pH, las poblaciones bacterianas, etc., pudiendo vivir muchos de ellos en márgenes estrechos de condiciones por lo que su presencia y constituye un elemento bioindicador de las condiciones del medio donde habitan. Sin embargo, muchos de ellos tienen un amplio rango de tolerancia a variaciones en las condiciones ambientales, lo que les hace estar presente en un gran número de hábitats, aunque con diferente desarrollo poblacional.

A su vez, dentro de este grupo de organismos encontramos existe una gran variedad de asociaciones biológicas, como son el parasitismo y la simbiosis, existiendo aproximadamente 27 especies parásitas del hombre entre las cuales se encuentran las causantes de ebfernedades como la malaria, el mal del sueño africano y otras fiebres.

En los medios acuáticos, aparte de las formas fotosintéticas que juegan un papel importante como productores primarios, base de las redes alimentarías, la importancia de los protozoos heterótrofos radica en ser un paso intermedio entre niveles tróficos, cuestión de gran importancia en los procesos de depuración de las aguas como veremos a continuación. La importancia del papel de estos organismos, en el sistema acuático, se basa fundamentalmente en tres razones:

  • Por consumo directo de materia orgánica del medio.
  • Por propiciar la formación de flóculos, acúmulos de materia, a través de la excreción de materiales mucilaginosos.
  • Por constituir los principales consumidores de las poblaciones bacterianas que se desarrollan en el medio.

Así, algunas especies de protozoos son capaces de consumir directamente la materia orgánica del medio, ya sea por ingestión directa de partículas sólidas, como por trasvase de materiales disueltos en el agua a través de sus paredes corporales, por lo que contribuyen eficazmente a la eliminación de la materia carbonada de las aguas residuales.

En cuanto a la formación de flóculos, podemos decir que la formación de dichas agregaciones de partículas minerales, materia orgánica, bacterias y protozoos en el seno de la matriz mucilaginosa, pegajosa, son de gran interés en la decantación y, por lo tanto, favorecen la clarificación del agua, siendo ésta la base de un buen funcionamiento del sistema de lodos activados.

Los protozoos, especialmente los ciliados, son los principales organismos consumidores de bacterias en los medios acuáticos. Con ello consiguen, por un lado, un crecimiento óptimo de poblaciones bacterianas manteniendo una tasa de aclarado que favorece que dichas poblaciones no colapsen, excretando al mismo tiempo sustancias minerales que favorecen el crecimiento de dichas bacterias y, también, disminuyen con dicho consumo, la concentración de bacterias patógenas y fecales del medio, clarificando el agua de forma eficiente.

Entre las 21.000 especies de protozoos de vida libre es evidente, por tanto, que existen variados tipos fisiológicos que exigen variadas condiciones ecológicas para su existencia. Ello, conjuntamente con su capacidad de adaptación en el transcurso del tiempo, su distribución acuática amplia, y su capacidad de alcanzar una alta densidad de población en poco tiempo, convierte a los protozoos en importantes indicadores de las condiciones del agua en un momento determinado, generando interesantes aportaciones en le prevención de problemas en plantas de tratamiento por cambios en las condiciones de funcionamiento, ya que estos organismos pueden ser sensibles a cambios bruscos de parámetros que puedan tardar en detectarse.


Grupo de Tratamiento de Aguas Residuales. Escuela Universitaria Politécnica. Universidad de Sevilla.


 



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