La forma de presentación ha de guardar relación con el tipo de recogida que se lleva a cabo pues, mientras las actividades asociadas al transporte y descarga de los residuos sólidos urbanos son similares para la mayoría de los sistemas de recolección, la carga de residuos sólidos varía según las características de las instalaciones, actividades o localizaciones donde estos se generan y los métodos utilizados para su almacenamiento y recogida.

La presentación de los residuos ha experimentado una gran evolución a lo largo de los últimos años. De su entrega a granel se pasó a la bolsa de plástico, de ahí a los cubos y, finalmente, a los contenedores colectivos de diferentes materiales y dimensiones manejados por los modernos sistemas de elevación de los vehículos recolectores-compactadores.

También existen algunos sistemas especiales para la recogida desde el interior de las edificaciones que emplean su propio sistema de presentación.

  • Granel, bolsas y sacos. Este sistema de presentación es típico de la recogida manual sin recipientes, donde los usuarios del servicio depositan los residuos en estos envases y directamente sobre la vía pública. En general, el vertido a granel tiende a eliminarse, pues tanto los residuos que contengan fracciones orgánicas, como los de composición inerte deben entregarse debidamente colocados en bolsa. Las razones para el uso obligado de bolsa son varias:
    • Evitar el ensuciamiento de los contenedores o de lastareas reservadas al apilamientos de las bolsas.
    • Obligar al productor de residuos a una primera minimización toda vez que la necesidad de introducirlos en bolsa obliga a un troceado, plegado y encaje previo que reduce drásticamente el volumen aparente del residuo, siendo especialmente importante en el caso de los residuos comerciales.
    • Prevenir del triaje de los residuos en la vía pública.
    • Facilitar el trabajo de de recogida.
    • Prevenir los malos olores, y evitar roedores, insectos, etc.

    Con este sistema las normas hacia el ciudadano se limitan a:

    • Sacar siempre los residuos en bolsa.
    • Sacar las bolsas en el horario establecido.

    El uso de bolsas es también imprescindible en los sistemas de contenedores de uso comunitario y en los sistemas basados en conductos verticales para descargar los residuos a los sótanos de los edificios.

    Las bolsas de basura suelen ser de polietileno reciclado en color negro y se fabrican con varias capacidades y con la resistencia necesaria para soportar las tensiones originadas por los residuos. Algunas ciudades han normalizado el tipo de bolsa pero, en general, se utilizan modelos comercializados por este cometido. Estos tiene un sistema de cierre independiente o solidario a la bolsa, y no se deben llenar excesivamente ni usarse para materias en combustión o cenizas calientes ni para objetos cortantes sin proteger.

    Es conveniente usar bolsas normalizadas o de características muy similares para evitar interferencias en los posibles tratamientos finales. En muchos de estos procesos, como el compostaje y el triaje, es preciso desgarrar las bolsas por medios mecánicos para su apertura.

  • Vertido por gravedad. Un sistema que se ha utilizado en los grandes edificios son los conductos verticales para el desalojo para las bolsas de basura desde los diversos pisos hasta el sótano. Este sistema surgió al amparo de las Normas Técnicas de Edificación del Ministerio de la Vivienda de 1973.En cada rellano de piso existía una compuerta de vertido que aislaba el conducto. Los vecinos de la casa introducían sus residuos en ella y estos caían, por gravedad, al sótano, donde había un pequeño depósito de recepción. La persona responsable de la recogida de residuos trasvasaba las bolsas del depósito a cubos domésticos y los sacaba a la calle para su recogida. El sistema ha tenido muy poco éxito, ya que provoca muchos ensuciamientos y olores si no se cumplen estrictamente sus normas de uso, concretamente:
    • Horarios de utilización.
    • Uso único de basuras en bolsas.
    • No verter líquidos.

    Las paredes de los conductos, al ser de material de construcción, se impregnaban de los lixiviados producidos; pero la razón más sólida de su escaso uso actual ha sido el cambio de sistema de carga manual a carga con contenedores. Si se analizan las operaciones precisas para que las bolsas acaben finalmente en un contenedor de uso colectivo, lo más práctico es evitar esta instalación. Muchos edificios residenciales, grandes hoteles, hospitales, etc., disponen de estas instalaciones combinando la caída de los residuos con su recepción en contenedores que, en horario de recogida, son desplazados a la vía pública. En contados casos, estas instalaciones vierten directamente en compactadores estáticos. Los conductos utilizados en bloques elevados están disponibles en diámetros de 30 a 90cm, siendo el más común de 60 cm. Estas instalaciones envejecen rápidamente, lo que genera costes crecientes de mantenimiento de la red de conductos y empeoramiento de las condiciones higiénicas de la instalación. Las normas de operación de este método son sencillas:

    • Verter siempre la basura metida en bolsas.
    • Verter unicamente en los horarios autorizados.
    • Mantener limpio el cuarto de basuras.
  • Buzón de recogida neumática. En los últimos años se ha iniciado en España el uso del sistema de recogida neumática. Su presentación es similar a la descarga vertical, pero evita la mayoría de sus inconvenientes al ser los conductos metálicos, tener una base tecnológica más perfeccionada y retirar los residuos de las zonas de almacenamiento de forma automática, por medio de transporte neumático. El buzón normalmente utilizado para las viviendas es una compuerta metálica de fácil uso. Para producciones masivas de residuos, como puede ser el caso de grandes establecimientos, se utilizan buzones comerciales, que llevan control automático de su uso y, en caso preciso, disparan el sistema neumático de recogida y vacían los conductos para aceptar nuevas cantidades. Este mismo tipo de buzón puede instalarse en la vía pública para el uso conjunto de varios establecimientos, estando dotado en estos casos de llave y de características mecánicas especiales para evitar el vandalismo.La recogida neumática acepta una gran variedad de soluciones para los puntos de presentación final de los residuos, así como el acoplamiento de equipos trituradores para reducir el volumen de los mismos y facilitar su transporte final. Estos métodos, en el caso de producción masiva de residuos, como restaurantes, establecimientos comerciales, cocinas y casos similares pueden acoplar cintas transportadoras de alimentación continua, trituradores, prensas para reducir el volumen de grandes envases y hasta equipos para retirar los líquidos del circuito de recogida, solución muy útil en los catering de aeropuertos, trenes, etc. Las normas de utilización en este método consisten en:
    • Introducir las bolsas de residuos en el buzón.
    • Evitar depositar los residuos en horas muy distanciadas del momento en que tiene lugar su recogida por barrido neumático.


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