En todos los pueblos y ciudades se programan numerosas actividades, ya sean culturales, deportivas, lúdicas, etc. que precisan el apoyo del servicio de limpieza viaria. Estas necesidades se atienden puntualmente con tratamientos de barrido mecánico y baldeo a alta o baja presión. En aquellas situaciones en que, bien sea por la ubicación o por las especiales circunstancias de la actividad que genere el ensuciamiento, no se puedan aplicar tratamientos mecanizados, su limpieza se llevará a cabo con tratamientos manuales. En línea con los consejos comunitarios, debe procurarse que quien contamine, pague. Por ello es razonable que los costos de estos servicios corran a cargo de los que organicen estas actividades o, aún mejor, que esos mismos organizadores sean los que velen por la conservación de la vía pública usada. Este argumento es válido en muchos de los casos que se detallan a continuación, pero en otros, por su carácter de actividad pública y gratuita o por ser de difícil atribución, es preferible atenderlos desde los servicios de limpieza del municipio.

    • Atención a mercadillos y actividades lúdicas. Los populares mercadillos ambulantes están muy ligados a la vida de las ciudades españolas. Para controlar el ensuciamientos de las zonas donde estos se emplazan, es preciso utilizar los métodos que se estimen pertinentes para responsabilizar a los feriantes de su limpieza y dotarlas de contenedores para residuos, sobre todo de papel y cartón. Las operaciones de limpieza no pueden ser emprendidas hasta después del cierre del mercadillo, generalmente al comienzo de la tarde. Se basan en el barrido mixto o en la combinación del barrido manual con la recogida mecanizada de residuos. A estas funciones de barrido, cuando la colaboración de los vendedores es mínima, hay que añadirles la recogida de cajas, cartones y envases comerciales de todo tipo.

      Las actividades lúdicas, deportivas o culturales también requieren intervenciones especiales de limpieza. Es conveniente que en los espacios donde transcurran estas actividades se instalen elementos para la recogida de residuos, papeleras de gran tamaño para los residuos viarios y contenedores para los residuos sólidos urbanos. Si el evento es de grandes dimensiones, es prudente instalar recipientes para la recogida selectiva de vidrio y papel. Cuando la actividad tiene una actividad inferior a 18 horas, los servicios de limpieza actuarán inmediatamente.

    • Obras en la vía pública. En cada población debe existir una ordenanza municipal que regule las normas generales de operación y de ocupación de la vía pública, y controle los niveles de ruido y la gestión de materiales y escombros. Por su parte, las empresas de construcción deben mantener la vía pública libre de materiales y escombros, vallar o limitar la zona afectada por las obras y prever la circulación segura y adecuada de los peatones. También será de su responsabilidad mantener limpia la zona pública de los alrededores de la obra y los puntos que hayan sido ensuciados a consecuencia de sus trabajos, tomando todas las precauciones necesarias para que los camiones que salen de las obras no puedan dejar caer residuos de ningún tipo ni tierra, lodo o piedras, pues constituyen además un peligro para la circulación. Los servicios de inspección municipal deben velar por conseguir que las empresas constructoras adopten una actitud comprometida y respetuosa con los ciudadanos y con el medio ambiente. Los servicios de limpieza públicos deben atender con especial cuidado las áreas públicas limítrofes con las obras en tanto duran los trabajos. En casos de ensuciamiento masivo que no pueda ser eliminado por los servicios básicos de limpieza planificados, se aplicará un tratamiento complementario de baldeo mixto para garantizar la limpieza correcta de las calles circundantes a la obra.
    • Limpieza especial de las vías de circulación. Las vías de circulación son atendidas normalmente por sistemas básicos de limpieza; pero en estas se producen también otros ensuciamientos que requieren tratamientos especiales. Las pérdidas de lubricantes de los vehículos de servicio público ocasionan manchas en las paradas que tienen prefijadas en las calzadas. Por otro lado, los pequeños trozos de caucho que dejan los neumáticos de los vehículos al frenar ante los semáforos producen manchas resistentes sobre la señalización viaria ocasionando la pérdida paulativa de los colores que la distinguen. Este tipo de manchas, resistente a tratamientos básicos, precisa la aplicación complementaria de métodos más energéticos. La limpieza de las zonas sucias del viario suele abordarse con tratamiento de arranque con agua a una presión de 200 a 250 kg/cm2 con un caudal de 20l/min. El uso de productos tensoactivos, detergentes o desengrasantes facilita mucho la operación, siendo conveniente calentar el agua para eliminar restos de grasas y combustibles. Estas aplicaciones se llevan a cabo habitualmente con equipos autónomos de agua a alta presión en horarios con tráfico escaso, ya que de momento, y aunque existen en el mercado algunos equipos móviles experimentales, es prácticamente imposible que la circulación se vea afectada. Durante la ejecución del servicio de limpieza de las vías, hay que extremar las precauciones con los operarios y el equipo para evitar accidentes.

  • Limpieza de áreas industriales. En cualquier ciudad suelen existir polígonos o áreas específicas para el desarrollo de la actividad industrial. Son zonas de carácter heterogéneo, donde frecuentemente se mezclan actividades estrictamente industriales con actividades comerciales y de servicio, que prestan una atención muy diferente a la prevención del ensuciamiento de la zona. Estas áreas se caracterizan por un tráfico muy intenso y una ocupación constante de las vías con operaciones de carga y descarga de materiales. Los tratamientos de limpieza a su estructura y características son los mecanizados, especialmente el barrido mecánico efectuado en turno de noche con barredoras de gran capacidad, preferentemente con sistema de arrastre. Un tratamiento mecanizado permite, por su bajo costo, complementarlo con un repaso manual de baja frecuencia. Una brigada de barrido manual compuesta por dos operarios y un vehículo con caja abierta de una capacidad de 5 a 9 metros cúbicos, que atienda quincenalmente las calles de las áreas industriales, puede limpiar las aceras, recoger residuos abandonados y atender las necesidades específicas que se presentan en estas áreas, consiguiendo un adecuado nivel de limpieza.
  • Limpieza de emergencia. Las situaciones de emergencia son controladas y reguladas por planes especiales de Protección Civil. Es aconsejable que los servicios de limpieza tengan redactadas unas normas elementales de actuación que eviten los habituales defectos de coordinación. Hay una gran cantidad de tareas en la que los equipos de limpieza pueden ser muy útiles: suministro de agua y de energía eléctrica, iluminación, evacuación, comunicaciones… En los equipos se puede integrar fácilmente cabestrantes, generadores de corriente, acoplamientos para palas quitanieves, esparcidores de arena o sal, etc.


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